19 días - 19 días
La nieve roza mis mejillas y las acaricia fríamente aun con mi gorro y mi abrigo puestos, escucho un llamado, corro sin cuidado por la nieve, es una figura familiar, ¿Quién será?
Corro hacia ella, se está enojando y grita rabiosamente como un perro furioso, me ladra, que alguien la calle, es horrible, doy media vuelta para volver con la nieve, pero un muro peludo me detiene
¿Un oso? Me pregunte. Levanto la mirada para averiguar que ser bloquea mi camino, entonces lo veo, una cara arrugada y retorcida, cuernos de chivo, una lengua serpenteante, garras en vez de manos y en ellas cadenas se columpian, por pies lleva pesuñas
Agarra mi cabeza para acercarme a la figura que ahora yace en el suelo, pataleo, me retuerzo, lucho por liberarme, nada funciona, al llegar ahí, lo que me esperaba era un cuerpo femenino azulado con la lengua de fuera y un hoyo en su cabeza
Una risa estruendosa como los truenos de la noche, pero salvajemente molesta era producida por esa bestia, ese tono de cabra mezclado con el hombre me inundaba los tímpanos haciéndome golpear mis oídos en un intento por hacer cesar ese sonido
¡BASTA!
Instalaciones Overdose, asilo para enfermos mentales
Habitación No.409
Una pesadilla, fue solo una pesadilla, mis ojos navegan por la habitación y en su búsqueda encuentro la razón de mi sueño
Cuentos navideños para niños malos
En la noche estuve leyendo ese libro, Krampus, es uno de sus cuentos, es verdad, creo que en un mes es navidad, otra navidad dentro de estas cuatro paredes blancas y claustrofóbicas
¿Cuánto tiempo llevo aquí? 10 años, puede que hasta 12, esto realmente me ayuda o solo están chupando hasta el último centavo del seguro. Escucho la puerta electrónica, significa que alguien va a pasar
Justo como lo pensé, una mujer de tez morena con una bata blanca entro a mi habitación
-Buenos días paciente 409, ¿Te encuentras bien? –
-De maravilla, bueno, póngala donde quiera- dije mostrando mi brazo
-Hoy vengo por algo distinto… felicidades, serás liberado-
-Que putas acaba de decir-
-Fuera de ese lenguaje tan vulgar- se detuvo a suspirar -Eres libre de irte-
¿Y ahora que rayos hago?
A la doctora le pareció que la reacción del paciente era contradictoria de acuerdo a la noticia -No pareces feliz, ¿Qué sucede? –
-Bueno, es que vera, será posible que aun pueda usar mi habitación un tiempecito más- termine diciendo casi juntando mi dedo índice y pulgar
-No, la habitación ya ha sido asignada a un nuevo paciente-
-Con un demo…-
-Pero no te preocupes, prevenimos esto y le informamos a tus familiares más cercanos para que vinieran por ti-
Y porque lo dices con una cara de me quiero morir -Tu cara parece disgustada-
-Tuve que hacer toda la búsqueda, fue agobiante, pero, en fin, es mi trabajo, espero no volver a verte aquí-
-Igualmente… igualmente-
Después de un largo tiempo dentro de ese manicomio por fin soy libre ¿Qué debería hacer? ¿Busco un trabajo? No quiero, pero de seguro no podré vivir como un vago toda mi vida ¿A qué hora vendrán? No los culpo si no vienen ¿Quién vendría por alguien que salió del manicomio?
Escucho un motor, no lo puedo creer, acaso si vinie… una avalancha de nieve me cubrió por completo, el responsable, pues el mismo auto que venía, ¿Quién es tan tonto para acelerar en medio de la nieve? Y luego frenar de golpe
– L-lo siento muchísimo, es que apenas conseguí mi licencia de conducir y veras…-
La chica que me baño en nieve usa lentes redondos, su cabello es pelirrojo y chino, tiene pecas en las mejillas y su nariz esta roja, es un ángel
– ¿Estas bien? Háblame, ¡Oh no, ya lo maté del frio! –
– ¿Tienes novio? –
– ¡Eeeeh! ¿Q-que d-dijiste? –
– ¿Tienes novio? – volví a preguntar con la cara más boba que podía hacer
– N-no, n-no tengo n-novio-
– ¿Quisieras salir con alguien que acaba de salir del manicomio? –
¡IDIOTAAA! ¡Qué estupidez acabas de decir! Adiós a mi oportunidad
-Ahora no p-puedo, pero si quieres m-mañana podríamos pasear por el pueblo- dijo mirando abajo
Ahora que lo pienso con más cuidado, no será ella familiar mío, ¡Por dios no! ¡Diosito, soy yo otra vez!
Que no sea familiar mío, repetí incontables veces en mi mente
– Perdona, pero ¿Eres mi familiar? – rece porque no lo fuera
-No, no lo soy, tu familia no podía venir y como soy su vecina me mandaron a mí, oh, por cierto, me llamo Verónica-
¡Gracias dios! Aunque sigo sin creer en ti
-Mucho gusto Verónica, yo soy Bill-
-También es un gusto, pero vamos, metete que hace mucho frio-
Durante todo el camino vi por la ventana aquel paisaje de pinos nevados que ocultaban montañas, sin darme cuenta terminé imaginando escenarios junto a Verónica
-Ya llegamos-
Cuando bajé del vehículo vi la casa de mis familiares, es una casa moderna con dos pisos, al frente hay un jardín y por su tamaño debe haber uno atrás
– ¿No vas a entrar? –
No lo había pensado por estar imaginando a Verónica, pero ¿Qué carajos debo hacer? ¿Qué pasa si me echan a primera vista? Demonios, ¿Qué hago?
– E-este, ¿Q-que debería hacer? –
-Pues entrar, que más vas a hacer-
-Es que la cuestión es que no los conozco, llevo casi toda mi vida en el asilo, en realidad no sé ni cómo son-
-No te preocupes, ellos son muy amables, seguro te aceptaran- dijo mostrando una sonrisa
-De acuerdo, muchas gracias-
Recogí las palabras de Verónica para darme el valor de cruzar esa puerta, al abrirla un ligero crujido se escuchó haciendo que un niño vestido de ángel volteara a verme
El niño me apunto con el dedo y salió corriendo a lo que creo es la cocina
– ¡BOO! –
– ¡AAAAHHH! ¡Quien, como, cuando! – dije moviendo los brazos como un karateca
Una risa grave con un toque áspero salió de un hombre adulto
-Lo siento mucho, pero no me pude resistir, enserio discúlpame-
Me volteé y vi que el hombre llevaba un suéter gris con rayas verdes, bigotudo, con ligeras canas por encima de las patillas y parece de los hombres que de un golpe te mandan al hospital
-Mucho gusto, soy Bill el lunático-
¡IMBECIL! ¡Otra vez no! ¿Por qué me pasa esto? Quiero llorar
-Que coincidencia Bill, mi nombre también lleva la letra I, me llamo Philip, un gusto- desbordaba alegría
Que apretón tan fuerte
-Si mucho gusto, perdón por lo de lunático-
-No tienes por qué disculparte, no pasa nada- dijo con una sonrisa de dientes ocultos
– ¡Cariño, la comida esta lista! – decía una voz femenina
– ¡Ya voy mi amor! Ven Bill, debes tener hambre-
– S-sí –
Pasamos por la sala que contaba con tres sillones, dos pequeños y uno largo como para cuatro personas, todos apuntando a una televisión que colgaba de la pared, solo esa parte era de piedra
-Caramelito, a que no sabes quién llego- decía el hombre alegre
– ¿Quién? Pastelito – preguntaba la mujer
– Bill, ya llego, míralo aquí esta-
Sus ojos se desbordaron de alegría y corrió a abrazarme
-Qué bueno es tener aquí, no sabía si Verónica llegaría a tiempo-
-También es un gusto- “Que nervios”
-Pero vamos, siéntate, ahora mismo les serviré de comer-
Como ella dijo, coloco platos y cubiertos, la comida fueron filetes de carne acompañados de ensalada y una bebida refrescante
– ¿Y qué tal, chicos? ¿Les gusto? –
-Estuvo delicioso mi amor, pero no tanto como tú-
-Sí, estuvo muy rico, gracias-
-No tienes nada que agradecer, no podía dejarte sin comer, además te ves muy flaco, creo que deberías comer un poco más-
-No gracias, estoy lleno-
– ¿Seguro? –
-Déjalo querida, no lo ahogues con tanta comida-
-Tienes razón cariño- dijo poniendo su mano sobre su mejilla
Después de una breve charla decidí explorar la casa para conocerla, en el primer piso hay dos salas, el comedor y donde está la televisión, aparte de la cocina
Al subir las escaleras se presenta otra sala de descanso con sillones, desde ahí hay dos pasillos, uno por el lado izquierdo con dos puertas adyacentes y otro un poco más ancho con tres puertas, una al final, otra pegada a la pared derecha con un candado y la última frente a la del candado
-Oye ¿No estás muy ocupado? – escuche decir de Philip
-No, para nada-
-Entonces acompáñame, me han mandado por más comida y pensé que sería buena idea hacer que conocieras el pueblo-
-Sí, está bien-
Nos fuimos de la casa en una camioneta negra, no sé mucho sobre vehículos, pero esto parece muy caro, los asientos son cómodos, se calientan, el aire acondicionado funciona muy bien, no puedo ni imaginar su costo
Para no congelarme Philip me regalo una chamarra, está muy calientita
Todas las calles están blancas y relucientes, hay niños jugando con la nieve, haciendo muñecos, guerras o angelitos
Llegamos a un supermercado con letras enormes en rojo, entramos y dentro la temperatura estaba perfecta, aun así, no me quite la chamarra
– ¿Seguro que no tienes calor? –
-No, así estoy bien-
Cuando ya habíamos pagado, bueno Philip, íbamos con las bolsas para la camioneta y ahí me encontré a Verónica
-Hola Verónica- la salude sin pensar
– H-hola Bill, ¿Qué haces aquí? –
Su cabello brilla como la nieve, que bonita
-Estoy conociendo el pueblo-
-Oh ya veo-
Un sonido grave y rasposo vino de la garganta de Philip a quien sin darme cuenta estaba ignorando
-Verónica, buenas tardes ¿Cómo estás? –
– M-muy bien, señor Philip, ¿Y usted? –
-Igual, parece que ya se llevan muy bien- había cierta molestia en su voz
-Sí, es que es un chico muy lindo y amable-
Me dijo lindo… ¡ME DIJO LINDOOOO!
-Así es, muy lindo, verdad – reafirmaba burlonamente
Como supiste lo que estaba pensando
-Estaba pensando en llevar a Bill a conocer el pueblo y como veo que se llevan tan bien, ¿Qué tal si lo haces tú? Verónica-
– C-claro, no hay ningún problema-
-Bueno, pásame esas bolsas y vete con Verónica-
– S-sí, ten- no mostro ninguna molestia por el peso adicional
Por mera curiosidad voltee hacia Philip, al verme me guiño un ojo y levanto su pulgar. Muchas gracias por esta oportunidad
Junto a Verónica me subí al autobús, parece que ella no tiene vehículo, a pesar de tener licencia para conducir. Dentro, impulsado por la curiosidad, traté de averiguar que residía en la bolsa de un hombre mayor, me fije en una lata de aerosol de color verde y amarilla, la falta de cabello me quita la opción de que sea un cosmético, solo puede ser pintura o insecticida, o cualquier cosa que no se me haya ocurrido
Pero ¿Por qué alguien compraría insecticida en esta época del año? Los insectos son menos frecuentes por el frio, debe ser pintura, sí, eso es. Como para decirme lo equivocado que estaba el autobús freno de golpe y debido a esto la bolsa y el hombre cayeron, de inmediato me levanté a ayudarlo y, ahí, supe la verdad, si era insecticida
-Muchas gracias joven- me agradeció amablemente con su voz rasposa
-No hay de que- no lo pude evitar -Disculpe, ¿Por qué compro insecticida? Si estamos en invierno-
Tal vez haya insectos que prefieran el frio, la verdad no lo sé, puede que sí, puede que no, pero estoy seguro que la mayoría son de clima cálido y húmedo. Su mirada desconcertante me daba la sensación de que no debía preguntar algo así, como si fuera de sentido común, la impresión hizo que sus ojos se abrieran al punto donde resaltaban sus arrugas
-Perdónelo, es nuevo en el pueblo y no sabe sobre la tradición- Verónica se interpuso
-Jajaj, con que es eso, está bien- un aire de amabilidad se transportaba en sus palabras
¿Tradición? Este pueblo tiene una tradición que implica al invierno y un insecticida, ¿De qué se tratara? Volvimos a nuestros asientos y el viejo se bajó, mi curiosidad llevo a mis ojos y cuello hacia él, nuestras miradas se cruzaron, pero ya no mostraba bondad, sino irritación, enojo, puede que odio. Un escalofrió recorrió mi espalda y deje de ver
– ¿Qué es esa tradición de la que hablan? –
-Nada importante, solo déjalo- movió su mano como si mis palabras fueran humo
El resto del día nos la pasamos visitando el pueblo, fuimos a una farmacia, un centro médico, una tienda de armas, un parque y lo demás solo fueron las calles, al caer el sol volvimos a nuestras casas, aunque aún no se si puedo considerarla mi casa, me despedí y otra vez me enfrente a esa puerta
La abrí, y un llanto desesperado dio la bienvenida a mis oídos, una chica, mi imaginación me hizo ver varios casos del porque lloraba hasta que me fije en uno, y si la razón soy yo, puede ser la hija de Philip y justo le dijeron que hoy llegue, puede no estar de acuerdo, recurre al llanto para convencer a sus padres de que es una mala idea ¡Por favor que no sea verdad! Repetí varias veces antes de entrar por completo
Mi cara y el pecho de Philip estaban a centímetros, la chica estaba detrás de él, se cubre una mejilla, ¿Esta herida? De inmediato me aparto. La esposa de Philip me metió a la casa y dijo que había pasado un accidente, Jessica, es el nombre de su hija
Las horas pasaron, las llamadas no, Tania, que era como se llamaba la esposa de Philip se mostraba muy preocupada, debido a la situación no pregunte qué clase de accidente había pasado, pero seguramente fue algo grave, suficiente para hacer preocupar a una madre sobre su hija
Tania me guio a mi habitación, era la puerta frente a la que tenía candado, una cama sencilla, un escritorio y una alfombra era todo lo que había, no es muy diferente de mi antigua habitación, aunque este si se siente como un cuarto, la otra era más bien una jaula
A la mañana siguiente Philip y Jessica llegaron, Jessica llevaba un vendaje sobre su mejilla izquierda, ya todo parecía más tranquilo, nos reunimos para comer y la amabilidad de Tania se veía reflejada en Jessica, no se parecerán mucho en apariencia, pero no tengo dudas de que tienen ese no sé qué, que te abraza cálidamente. Tal vez por fin he encontrado un hogar
Cada día tenía más color, Philip y yo íbamos cada día por muebles para mi habitación, ayudaba a Tania en la cocina, aunque solo limpiando los platos, Jessica me dijo que cuando entrara al colegio me ayudaría en lo que pudiera, Verónica me comento que Jessica es una de las chicas más listas y populares
La nieve comienza a caer con mayor frecuencia, Philip me mando a limpiar la entrada porque hoy tiene que salir y está muy ocupado, no hay ningún problema le respondí, fui por la pala de nieve al garaje y me di a limpiar la entrada. Jamás creí que estaría limpiando nieve con una sonrisa
En un montón de nieve encontré un extraño animal, era del tamaño de un grillo, pero de un tono amarillento, con una cola semi transparente y creo que tenía dos pares de alas, en donde debería estar su cabeza solo había un tubo de carne del mismo tono
Un chillido vino a unos metros de mí, Verónica me estaba viendo con el insecto en mis manos, pensé que su reacción era porque les tenía miedo a los insectos así que lo tiré. Me sonrío y se marchó. Algo que me inquieto fue que su expresión fue muy similar a la del anciano del auto bus, como si hubiese tocado algo que no debería ni ver
Cuando acabé con la nieve fui con Tania para preguntarle sobre ese insecto, a lo que me respondió que no sabía nada y que mejor dejara de pensar en eso, recibí la misma respuesta de Jessica
Con una sed de curiosidad camine hasta la biblioteca donde había computadoras con internet, dedique mis horas libres en una búsqueda sobre el insecto. Nada, ni registros, páginas web, enciclopedias o artículos. Los libros de la biblioteca solo me frustraron más al no darme indicios
Hoy vi a algunos adultos correr con disfraces largos y negros, también camionetas con troncos y un niño llevaba una aterradora mascara de una bestia agresiva y de ojos rojos, al verla solo pude pensar en una cosa, Krampus. A diferencia de los cuentos esta mascara no mostraba una lengua separada en dos como las serpientes, sino una gruesa
Esta vez decidí preguntar a Philip, vaya respuesta la que me dio
-Es el festival de Krampus, será el 6 de diciembre-
– ¿Por qué no me lo habían dicho? –
-Anteriormente esta festividad era vista como un ritual satánico y no tenía la aprobación de las demás personas, pero ahora los tiempos han cambiado y este pueblo decidió celebrar este día, no queríamos asustarte, ni preocuparte, me alegra que lo tomes tan bien- un peso se había ido y una sonrisa había surgido
-Vaya, gracias por decírmelo-
El alivio que sentí me lleno hasta el alma y olvide preguntar sobre el insecto
Nuevamente estaba con Verónica en el auto bus, ella era voluntaria en un asilo, vino a mí para preguntar si me quería unir y al pensarlo vagamente acepte. Reflexionando en el camino me di cuenta de que estaba yendo a un lugar similar a donde había sido aprisionado por años, la ansiedad se alojó en mi corazón, el aire se me escapaba, miraba por todos lados formulando ideas de como escapar, podía sentir el sudor recorrer mi frente
Calidez, pequeña, suave.
-No te preocupes, esta vez no estás solo- su sonrisa podía opacar al mismo sol
– G-gracias –
El miedo se iba y un calor tierno bañaba mi interior, dándome fuerzas para afrontar este desafío
Mis pasos emulaban a los de un ciervo recién nacido y al igual que uno, fueron volviéndose más fuertes con cada avanzada. Termine limpiando los platos en la parte trasera de la cocina, no sé hacer nada más así que no objete
Entre en un ciclo de tomar plato, mojar plato, enjabonar plato, tallar plato, enjuagar plato y colocar plato, mi concentración era perfecta, no había quien me detuviera de limpiar estos platos, tal fue mi trance que había ignorado el caos del comedor, un grito chillante y agudo que desencadeno chillidos metálicos de las sillas, no fue hasta que escuche el segundo grito que desperté
Apresurado me golpee con una sartén que colgaba, con una mano en la frente llegue al comedor, una mujer de aproximadamente 65 años se retorcía en el piso sosteniendo su mejilla, un pequeño charco de sangre reflejaba su expresión de dolor y sufrimiento. Todos veían sin intenciones altruistas, no lo soporte, me acerque para tratar de levantarla, pero ella me gruño como un gato, su comportamiento era salvaje e irracional, como un animal al que han herido
Esperamos a la ambulancia, también vino una patrulla, el parabrisas estaba sucio, una mucosidad amarillenta se notaba en los extremos que los limpia brisas no podían alcanzar
Uno de los oficiales se acercó a mí, era obvia su prepotencia
-A ti no te conozco ¿Qué fue lo que viste? –
-Estaba en lo cocina con los p-platos y cuando vine me golpeé con una sartén-
-Seguro, noto cierto nerviosismo en ti y sabes lo que dicen de los nerviosos- sus parpados se cerraban simulando ser un felino
– Q-que dicen d-de los nerviosos-
-Que mienten o que mueren vírgenes, dime ¿Cuál eres tú? –
-Déjalo en paz, Will, el vino conmigo y es cierto lo que dice-
Oh mi ángel guardián, has venido a mi rescate
-Si tú lo dices-
No sé reservo su irritación al dirigirme una mirada asesina, eso no importa siempre que este junto a mi ángel. Tuvimos que irnos para que las autoridades hicieran su trabajo, en el camino de vuelta trate de preguntar sobre lo que había pasado, pero ella evadía mis preguntas, una sensación de incomodidad me rodeaba, la gente nos observaba. ¿Por qué no me responde? ¿Qué ataco a la anciana? ¿Por qué me observan? ¿Esconden algo? y si así es ¿Qué será ese algo que esconden de mí?
Volví a casa donde me recibieron con un abrazo y palabras de preocupación, esa noche mi plato no quedo limpio, decidí dormir temprano para pensar en soledad, creyendo que las estrellas me darían otra perspectiva subí al techo por la ventana de mi habitación
Abrazando mis rodillas y viendo la calle me dije a mismo, que esto había sido una muy mala idea, vaya frio que hace aquí, traté de ignorarlo distrayéndome en el remolino de pensamientos donde residían muchas dudas respecto a lo sucedido
¿Por qué nadie ayudo a la anciana? ¿Por qué ese comportamiento? ¿Qué fue exactamente lo que sucedió? Empecemos por la primera duda, la situación fue un accidente, en esos casos la gente entra en pánico, algunos reaccionan tarde, otros se paralizan y puede que hasta se desmayen. Aclarado eso pasemos a la siguiente
El miedo debió hacer que la anciana no razonara, seguramente paso a solo tener sus instintos primarios, un escenario donde te lastimaron y como no quieres que eso vuelva a suceder atacas a todo lo que se te acerque. Muy bien, es un avance
Ahora lo más misterioso, ¿Qué pudo pasar para que este escenario surgiera? Algo hirió a la mujer para hacerla sangrar, nadie sostenía un arma o tenia cerca suyo algo lo suficientemente filoso, los cubiertos son de plástico así que se debería ejercer mucha fuerza en ocasiones repetidas, la cantidad de sangre fue mucha por lo que el corte debió ser profundo, sería imposible no tener sangre en las manos cuando el ataque fuera realizado. Creo acertar en algo, pero siento que algo me falta, la última pieza está ahí, por algún lado
Cuando no tenía por donde ir un camino se revelo en mi mente, Jessica, ella había tenido un accidente que lastimo su mejilla, puede ser una coincidencia o puede que no, la herida tuvo que ser tratada por un profesional, así que también debió ser profunda, pero ella no me dirá nada
Sin ideas comienzo a levantarme, al incorporarme por completo veo a la distancia a dos formas infantiles, pensé que se trataba de unos niños que se habían escapado para jugar, pero ni siquiera los niños salen a estas horas, según recuerdo eran las 10:35 cuando acabe de comer, puede que ya haya pasado una hora
Los niños daban saltos juguetones, al acercarse pude apreciar sus ropas, una era verde oscuro con toques marrones y el otro era blanco con los mismos toques, una característica singular es que de ambos salían astas de venado adornados con hojas, flores y frutos. Continuaron danzando ajenos a mi existencia
En el calor de mi cama continúe reflexionando acerca sobre esos niños peculiares, me intrigaba su ropa, por momentos pensaba que esos cuernos eran reales, lo cual negaba de inmediato por su ridiculez, aunque en esos momentos aquel insecto volvió a mis pensamientos
En mi investigación no encontré nada como eso, lo que si encontré fueron animales con características similares a las suyas, los grillos tenían un cuerpo parecido, las avispas contaban con las mismas alas, las sanguijuelas eran igual que el tubo de carne y la cola semi transparente pertenecía a las luciérnagas
Esta cosa era la fusión de todos estos animales, me provoco un miedo irracional pensar en el alimento del insecto, las sanguijuelas chupan el cuerpo de otros seres para subsistir, ¿Cómo se alimentaria ese insecto?
Mis ojos caían suavemente como hojas de árbol, poco a poco mis sentidos se desvanecían, podía sentir como los brazos de Morfeo me envolvían en un sueño que me llevaba de Marte a Plutón
Gritos, caos, anarquía y destrucción fueron los causantes de mi despertar, al asomarme por la ventana vi como el fuego se propagaba por casas y árboles. Después de cambiarme bajé a la sala donde encontré una escena horripilante
Una gran boca alargada con colmillos, retorcida e imponente estaba por devorar a Jessica. Jessica volteo a verme y sus ojos mostraban un horror que helo mi sangre transmitiendo su miedo deteniendo mi cuerpo
Crujir jugoso, fue lo que se escuchó en cuanto la boca devoro desde los pechos hasta la cabeza. La boca escupió los restos de Jessica, era irreconocible, se cerró hasta desaparecer, el ser de dicha boca tenía un cuerpo mocoso y gelatinoso, sin ojos ni forma de saber que expresión mostraba
Sabiendo todo esto de alguna manera intuí que su vista estaba enfocada en mí, segundos que se sintieron horas pasaron entre nosotros, la criatura se marchó rompiendo la puerta y dejando un rastro de baba verde mezclada con sangre
No sé cuánto tiempo me tomo, pero a ritmo lento y tembloroso puse un pie frente al otro, mi curiosidad me traiciono llevando mis ojos al desgarrado, ensangrentado y bañado en baba cuerpo de Jessica, los huesos de su espalda y debajo de su cintura estaban expuestos al aire como la piel
Todo lo que estuvo dentro de Jessica ahora yacía en la sala, los sillones y en mis zapatos, camine hasta la cocina pasando por el comedor principal, otro horror me aguardaba ahí
Debí haber tardado horas porque el cuerpo de Tania estaba invadido por moscas y… y… mi mente estuvo en un trace del que ojalá nunca hubiese salido. Insectos idénticos al que me había encontrado en la nieve devoraban con sus tropas carnosas el cuerpo muerto de Tania, lentamente los brazos y piernas se encogían, cada vez era más fácil ver su cráneo y en estallido sus ojos desaparecieron dejando dos huecos oscuros de donde la sangre salía como un río de lágrimas y por donde los insectos paseaban
El miedo me hizo expulsar adrenalina y esta misma me obligo a correr despavorido, no pude correr mucho cuando un muro peludo se interpuso, una figura enorme, de cabeza triangular con arrugas y ojos amarillos que penetraban hasta las profundidades del abismo
La criatura medía mi doble, sus patas eran pesuñas, en su cintura colgaban cascabeles y sus cuernos se retorcían hacia adelante como para embestir, en donde, por cierto, adornos como hojas, frutos y muérdagos colgaban de estos, no podía más que admirar aterrorizado la apariencia de este ser supremo
Chasqueo su lengua y se acercó a la manada de insectos, pronuncio palabras inentendibles que obligaron a los insectos a emprender vuelo, quito uno de sus cascabeles y lo ato con sus manos peludas y filosas a mi cinturón. Me gruño molesto y se fue
Al día siguiente, policías, militares, médicos y reporteros llegaron al pueblo. Ese día se le conoció como la masacre de Krampus