After Life - Capitulo 2: Piedad
Muerte
La palabra más común en este imperio, guardada para aquellos que como yo no tuvieron la suerte de nacer en la pirámide social…
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- Has lo que quieras… no importa… – me quedé en el suelo y bajé la mirada hacia mis manos manchadas de la sangre de mi compañero muerto hace unos minutos , el cuerpo lo sentía muy pesado , mi mente ya no quería pensar en nada más-
Luchar es inútil, quien estaba ante mí no era alguien cualquiera, era una integrante de la guardia imperial, donde los mejores soldados del ejército protegían a la emperatriz y a su ciudad capital… intentar escapar sería inútil.
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- Es extraño ¿No vas a intentar huir? – Me preguntó la guardia , habló bastante calmada , su pregunta hizo que hirviera de ira inmediatamente –
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- ¿Porque lo haría? No tiene caso siquiera intentarlo, sé que estoy rodeada por los granaderos y tú con solo un movimiento acabarías con mi vida… ¡Así que hazlo de una vez!
Alcé la mirada a quien en los siguientes minutos sería mi verduga quien solo me miraba en silencio ahora , podía ver claramente era la espada que colgaba de su cintura que todavía no había sido desenvainada.
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- ¿Qué quieres que te diga?! ¿Qué es un honor morir a manos de una miembro de la guardia?! Vamos! Ya estoy harta… solo… solo déjame irme… por favor…
SHHHHIINNNN!!! – El sonido metálico de la espada desenfundándose en medio del silencio se escuchó con mucha más fuerza de lo normal
Cerré los ojos mientras algunas lágrimas salían por ellas y rodaban por mis mejillas , lloraba por la frustración… por la ira y el cansancio … ya no quería seguir viviendo perdiendo gente… perdiendo compañeros y compañeras en frente mío… solo quería que todo terminara finalmente , estaba segura que no sentiría nada… muchos de mis compañeros fueron eliminados de esta manera y en sus rostros no se veía nunca desesperación… solo había un corte limpio en sus nucas… el corte perfecto por aquellos que perseguían la perfección en el arte del combate…
PINK!
El sonido del choque metálico golpeando algo fuerte fue lo último que pude escuchar , tras eso solo sentí como mi cuerpo perdía su fuerza y nada más..
El silencio de la calle nuevamente fue interrumpido pero esta vez por el sonido seco de un cuerpo cayendo contra el suelo tras un movimiento rápido de mi espada ,a simple vista no podía observar , luego el silencio del momento de ejecución fue roto por los gritos de las personas que salieron de sus casas.
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- Qué asco , tenemos que llamar a limpieza pública para que se lleven ese cuerpo – Las personas empezaron a hablar mirando el cuerpo tirado en el suelo-
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- Sí , pero primero hay que agradecerle a la señorita guardia por su trabajo. – Algunas de las mujeres empezaron a juntar fruta o algún bocadillo tradicional en cestas o cajas pequeñas con intención de entregármelas –
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- No, les agradezco la intención pero no es necesario, yo me encargaré de este cuerpo, es mejor que regresen a sus labores diarias. – Les dije mientras hacía señas con mi mano izquierda mientras volvía a guardar mi espada –
Tras eso me puse el cuerpo al hombro como si fuera un saco y me fui caminando a una de las entradas de conjunto de viviendas donde estaban los carabineros bloqueando la salida.
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- Saluden!- Les dije , todos se pusieron inmediatamente en firmes –
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- Descansen, buen trabajo, me encargaré de tirar este cuerpo fuera de la ciudad, que algunos vayan al mercado y reembolsen al dueño de ese negocio por la pérdida de su mercadería.
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- Si!
Pronto todo volvió a la normalidad, las personas se centraron en sus trabajos diarios, los carabineros volvieron a patrullar y nadie parecía recordar que hace un momento había ocurrido la muerte de alguien en plena calle.
Esta es la ley imperial y es absoluta, nada se escapa a la justicia dentro del imperio.
Muchas naciones consideraron muy crueles las normas que se establecieron pero al verse los resultados no pudieron argumentar nada en contra de la efectividad de las mismas , las tasas de asaltos , homicidios , drogadicción y otros cayeron a sus valores mínimos en menos de un año mientras nuestros vecinos eran incapaces de encontrar una solución por medio de penas de cárcel o rehabilitación.
“El miedo es la mejor forma de evitar la delincuencia y fomentar el orden”
Era la frase del primer emperador.
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- H…uhmm…q…que.. – Sentí como la desertora empezaba a despertarse –
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- Cierra la boca , si te escuchan esta vez si te matarán – Le dije rápidamente –
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- .acaso.. t.tu.. p..porq..
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- Yo no soy un monstruo como mis compañeras ni como el imperio espera que sea… hablaremos afuera … así que silencio.
Los exteriores de la ciudad estaban rodeados por un conjunto de 3 murallas con 4 puertas que miraban a los cuatro puntos cardinales , estas defensas son consideradas inexpugnables, no ha habido potencia actual que haya podido siquiera romper la primera muralla.
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- Narumi que tal? Se nota que has tenido trabajo hoy
Otra miembro de la guardia, una colega del trabajo que estaba vigilando la salida al verme se me acercó y empezó a acompañarme mientras yo seguía caminando.
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- Así es Kotori , pero nada fuera de lo común , voy a ir a tirar esto a la fosa – Kotori era una chica que había ingresado conmigo a la guardia nos conocíamos desde que éramos carabineras, no solíamos hablar mucho pero aun así en las pocas oportunidades ella hacía notar su personalidad enérgica y muy alegre-
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- Luego tira ese uniforme que de seguro ya se le pegaron las pulgas jajaja , tuve que tirar mi espada preferida porque se manchó de sangre de uno de esos , que desagrádales – Me dijo tranquilamente haciendo algunos gestos con su rostro y sus manos –
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- Hiciste mal el corte, no debería salir sangre con el corte de ejecución, por eso te mandan a vigilar la puerta .
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- Ja! Pero nadie puede negar que es mejor que sufran un poco , deben aprender que no valen nada
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- Seguiremos hablando luego , realmente me incomoda tener esto encima mío
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- Tienes razón , te veo luego – Kotori se regresó a trote a la entrada tras despedirse-
Tras caminar por unos 40 minutos finalmente se llega a la zona externa de la ciudad , es un gran valle verde, antes este lugar era un desierto invadido por personas de bajos recursos pero todo cambió tras las reformas.
La carretera se perdía en el horizonte junto con los postes de luz , el rio que cruzaba la capital seguía su rumbo para ir a repostar sus aguas cristalinas en el océano pacifico y el cielo azul cubría todo .
El “Foso” era un lugar donde se tiraban los cuerpos de los desertores, un lugar más parecido a un botadero de basura , estaba oculto de todos pero los miembros de la guardia imperial y los carabineros sabíamos de su ubicación… sin embargo no pensaba ir ahí.
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- Bien chica ya estamos lo suficientemente lejos de la ciudad, bájate que pesas bastante. Le dije a la desertora tras haberme alejado regularmente de la ciudad-
HUM! – La desertora se movió rápidamente y cayó al suelo donde se puso en una especie de guardia como si fuera a pelear conmigo.
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- Maldita, desgraciada! – Me dijo bastante molesta-
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- ¿Así agradeces que te salvé la vida?
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- Eres despreciable, así hablan de nosotros?! Que tenemos pulgas?! Que nuestra sangre les da asco?! – Se le notaba bastante alterada , no le culpo por eso –
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- Primero cálmate sino me arrepentiré de haberte salvado la vida – Le dije tomándole de los brazos para que no intente golpearme –
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- Ahora me pides que me calme?! – Ella seguía bastante alterada –
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- Acaso escuchaste que yo dije algo de lo que dijiste?
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- ….. Lo dijo la otra chica – Tras unos segundos de silencio ella habló todavía molesta pero ya no gritando –
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- Entonces creo que eres lo suficientemente inteligente para saber que cada uno puede pensar diferente, yo no opino de esa manera.
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- Porque te creería? – Me dijo ahora ya no molesta sino confundida –
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- Me he jugado la vida por ti , sabes que según la ley ahorita debería estar muerta.
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- …….. – Nuevamente la desertora se quedó en silencio –
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- Te salvé porque he visto potencial en ti , no siempre salvo a todos los desertores que me toca capturar pero hay algo en ti que siento que merece una oportunidad – Le dije tranquilamente mientras le miraba directamente a los ojos –
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- Que cosa podrías ver en mí? Solo soy una desertora – Me dijo mientras volteaba el rostro para que no pudiera mirarle a los ojos –
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- Tú quieres vivir , eso es lo que vi.
Al escucharla solo opté por levantar el rostro y mirarla fijamente a los ojos, rojos pero sin maldad en ellos… eran como un mar en calma pero solitario… un sentimiento que no podría describir invadió mi cuerpo en ese momento… pero… ahora agradezco haberlo sentido… porque ahí es cuando sentí algo nuevo y eso es algo que ahora quisiera volver a sentir.
(Continuará)