Apócrifa - Capítulo 2
Todo era un completo caos.
Las personas corriendo de un lado a otro parecían muy emocionadas por el hecho del evento en la Grieta, al parecer la gran mayoría quería llevarse el premio, algo muy egoísta, pero nadie podía decirte eso.
—Oye, ¿quieres ser de mi equipo?
—U-uhm, claro.
—¡Bien! te presentaré con las demás.
Un chico joven y de cabello rubio estaba invitando a las chicas que estaban al alrededor a unirse a su equipo de exploración, el muy apuesto joven ya estaba formando un harem de chicas bonitas a su alrededor.
Era muy difícil decir no a ese rostro muy agraciado.
Aunque sé que somos del mismo gremio cada uno podía a hacer lo que quiera para llevarse el premio: trabajar en equipo o en solitario, esas eran las opciones, al trabajar en equipo te subían las posibilidades de obtener el premio, el problema llegaba después, ¿Quién se lo quedaría? La única solución sería venderlo y repartirse el dinero en partes iguales, ese sería el sentido común.
Por el otro lado al trabajar solitario podías tener el objeto solo para ti o si querías venderlo también podías quedarte con el dinero, no habría problema, pero eso solo sucedería en el caso que lograras obtener el premio.
En fin siempre hay problemas en todo, me considero un poco egoísta y eso es bueno, no puedo ser un chico que va ayudando o regalando cosas por ahí, siempre tengo que ganar algo, aunque sea un poco.
Bien, debería prepárame, creo que falta poco para que abran el ingreso a la Grieta.
Después de pensar en esto fui a recoger una de mis dagas que había comprado, me costó un riñón comprar únicamente un par, pero al menos valió la pena, ya que estaban hechas de un buen material.
—Ohh.
—¿Hm?
En un instante pude ver como el chico rubio se arrodilló a cierta persona, ósea yo.
Con mucha suavidad él sujetó mi mano y me miro, el brillo que se reflejaba en sus ojos era tan reluciente que era muy fácil quedarse hipnotizado, tal vez esta era la razón por la que las chicas se ruborizaban.
Oh, mierda.
—Ohh, hermosa doncella, nunca la había visto por aquí, ¿acaso en nueva? si es así, ¿me puede conceder el placer de acompañarme? me aseguraré de ser su escudo y espada, claro si es que me lo permite.
Sus compañeras que estaban detrás de él mostraban un rostro a punto de estallar de ira y celos, una de ellas rompió su varita con sus propias manos.
¡Aterrador!
Retire mi mano antes de que la besara, obviamente él se sorprendió.
—No, gracias.
—¿Eh? Espe…
Me retiré lo más rápido posible, ya que habíamos atraído algunas miradas y era muy vergonzoso una escena de esta manera, en ese momento debería a haber aclarado que era un hombre, pero era mejor no darle mucha importancia, la próxima vez que nos encontráramos se lo diría.
Al cabo de unos minutos la voz joven de una chica resonó en unos parlantes, aunque la ignoraron completamente y eso era porque la puerta que impedía el ingreso a la Grieta empezaban a abrirse como si fuera el telón de un teatro.
—Chicoooooos~ lamentamos mucha la demora, hoy damos inicio a este gran evento, por favor no se comporte como animales y empiecen a empujarse, tratemos de ser amigables con nuestro compañero de gremio, así que podrían a hacerme el favor de formarse y…
Una vez que todos vieron que la puerta se había abierto completamente, empezaron a correr precipitadamente, los más débiles y baja en estatura solo se quedaron atrás mientras veían como los más veteranos con cuerpos más robusto corrían a toda prisa. Sus cuerpos desaparecieron una vez que cruzaron la Grieta.
Nadie escucho a la pobre chica de los altavoces.
Yo por mi lado esperé que los más grandes y capaces de dar un fuerte apretón capaz de destruir tu mano pasaran.
Es ahora o nunca.
Una vez el camino estaba libre, me apresure a entrar en la Grieta, los demás me siguieron, especialmente el chico de cabello rubio el cual solo estaba a pocos metros de alcanzarme, solo por esa razón aumente más mi velocidad.
Normalmente, el Gremio no sería tan escandaloso, siempre había una razón y eso era por el evento, pero lo que olvide decir es que nuestro gremio no es el único que participa en este evento.
Todos los gremios que tengan una Grieta de nivel 2 podían participar en este evento y casi todos lo Gremios tenían una, así que tenías que darte prisa para que tu rival de otro gremio no se llevara el premio.
A pocos metros de entrar a la Grieta, desvaine mis dagas. El color blanco de la Grieta me hizo recordar algunas cosas, pero tuve que dejarlo de lado, no era el momento de pensar sobre eso.
La Grieta era un lugar donde arriesgabas tu vida, antes de entrar a un gremio tenías que firmar un papel que una vez que entres a ese lugar el gremio ya no se será responsable de lo que pase.
Una sonrisa apareció en mi rostro antes de entrar en la Grieta, era como si electricidad recorriera tu espina dorsal y sintieras un cosquilleo débil.
Ingrese a la Grieta y todo se volvió oscuro.