Becoming Heroes - Cadenas de Sangre
Podemos ver a Pyralis Rubí, una chica delgada que viste una gorra y shorts azules, tenis rojos y una playera blanca de mangas cortas color verde y un collar de cuero con una letra D dorada adornándolo, ella tiene el cabello largo de un tono Marrón adornado con una trenza delante de su oreja derecha, mientras el lado izquierdo de su rostro está cubierto por su cabello tapando así su ojo, su cara está cubierta de pecas en un hermoso patrón simétrico que cubre sus mejillas y nariz, ella intenta levantarse en un lugar completamente blanco que parece no tener principio ni fin, cuando finalmente está de pie se pregunta
– ¿En dónde estoy? ¿Qué hago aquí? –
la chica levanta su mano y talla su ojo descubierto, confundida ella voltea de un lado hacia el otro esperando encontrar algo, pero no ve nada, parece simplemente un plano blanco, de la nada aparece una pequeña niña, con una piel pálida y lisa y cabello blanco, vestía una falda larga muy simple de tonos claros, con un entusiasmo y alegría típicos de los chicos más jóvenes la chiquilla grita
– Hola –
con una voz muy dulce y curiosa, al oír esto Pyralis se asusta ya que no había visto a la chica, ella salta de su posición con velocidad, pero enseguida de voltear a ver a la chiquilla comienzan a brotar lágrimas de sus ojos al tiempo que ella solo puede pronunciar un nombre:
Galathea, ella lo repite consecutivamente, al principio a modo de pregunta y continúa repitiéndolo de una forma muy alegre y melancólica:
– ¿Galathea? Galathea… ¡Galathea Galathea Galathea!, por fin te encuentro… no sabes la falta que me has hecho, no sabes cuánto te eh necesitado –
los sollozos casi no dejaron hablar a la joven Rubí mientras abrazaba con fuerza a la pequeña niña, no podía contener la emoción de volver a ver a su gemela quien tenía una apariencia muy infantil a pesar de que Pyralis ya tenía 20 años y era ya casi una adulta en cuerpo y mente, antes de que pudiera decir una sola palabra la chica, alguien más apareció.
– Has crecido mucho Lis, la última vez que te vi no eras más alta que yo –
dijo una figura masculina acercándose, sus ojos se abrieron tanto como sus parpados lo permitieron al escuchar una voz familiar que se aproximaba, sin poder contener más el llanto ella volteo con dificultad por los nervios y la emoción y entonces vio de donde provenía esa voz, era su exnovio Takeshi, vestía una versión totalmente blanca de la ropa que solía usar excepto que en esa ocasión no tenía su característica gorra azul ya que esta la tenía Rubí, el chico tenía una piel color Durazno y cabello castaño oscuro. Su amante, difunto desde ya hace un tiempo y su pequeña hermana quien se perdió hace todavía muchos más años, ahora juntos en un mismo lugar, es como si estuviera en el cielo, era todo tan perfecto como el mejor sueño ya que para la chica era imposible volver a verlos, en tanto acariciaba la blanca cabellera de la niña y tomaba su pálida mano, intentando ocultar el llanto a su hermanita, esperaba que su ex pareja la reconfortara como solía hacerlo, abrazándola y diciéndole que todo estaría bien, ella solo podía derrochar lagrimas como si de una cascada se tratara tras el repentino reencuentro a la par Takeshi continuaba acercándose hasta que llego junto a ella, con velocidad tomo al joven con su brazo derecho mientras seguía aferrada a la menor con la otra y en un movimiento los tomo con fuerza y los junto a su pecho para poder abrazarlos y dijo:
– Galathea… Takeshi… ¿Por qué? ¿P-Porque me abandonaron? Los extrañe mucho, me hicieron falta todos estos años –
entre lágrimas y sollozos, pero algo andaba mal y poco a poco comenzaba a notarse, su novio simplemente salió de su abrazo y dijo:
– Nosotros no te abandonamos, tu no pudiste protegernos, no tuviste la fuerza para ayudarnos, te falto valor, determinación, pudiste habernos ayudado y no lo hiciste, ¿Por qué Pyralis? ¿Porque nos dejaste desaparecer? –
en sus palabras se hacía notar un tono de rencor y decepción mientras en su cara se reflejaba impotencia al tiempo que lagrimas bajaban por sus mejillas, de pronto Galathea empezó a sentirse mal, y comenzó a alejarse de su hermana en dirección opuesta a Takeshi, Pyralis no sabía lo que estaba pasando se estaba poniendo nerviosa y muy tensa, no podía moverse y su llanto se incrementó por las palabras del joven al tiempo que sus emociones comenzaron a deformarse cambiando su alegría por un miedo y decepción que podían distinguirse con facilidad en su rostro, ella impotente grito:
– ¡¿Que podía hacer?, yo los amaba y no pude hacer nada n.…! –
antes de continuar el muchacho interrumpió gritando eufórico, lleno de ira y con lágrimas en los ojos:
– ¡MENTIRAS! ¡Pudiste protegernos!, ¡pudiste hacer más, simplemente no te importamos lo suficiente! Pudiste habernos Salvado –
triste y desolada la joven comenzó a golpear el piso al tiempo que grito:
– no, NO, ¡NO!, ¡CALLATE! ¡Tú no eres Takeshi! –
el chico esbozó una maliciosa sonrisa y pregunto:
– ¿Quieres saber que nos pasó? ¿En qué nos convertiste? –
Pyralis entre lágrimas dejo ver un rostro de rabia incontenible y cerrando su puño corrió hacia su exnovio y entretanto se acercaba su mano comenzó a desprender un ligero destello que fue aumentando hasta que llego con Takeshi a quien conecto un puñetazo en la cara, mientras la chica exclamo:
– ¡Tú no eres Takeshieeeeeeeeeeaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargh! –
al tocar sus nudillos con la mejilla del joven un zumbido anuncio una potente explosión que dio de lleno en el, quien salió volando por un par de metros en el aire a la par que giraba, hasta que cayo violentamente contra el suelo, Takeshi se encontraba en el suelo contorsionado por la violenta caída, tenía una grieta en su cara donde una oscuridad comenzó a emerger a medida que se levantaba de manera antinatural, lo que salía de su rostro parecía una sombra, pero era mórbida, como si de un fluido morado pero increíblemente oscuro y repulsivo se tratara el cual empezó a cubrir el cuerpo del muchacho hasta volverse un ser totalmente compuesto de esta sustancia y empezó a formar rasgos propios y en eso se hizo sólido, sonrió y se lanzó a atacar a la chica Pyralis, la tensión y malicia que desprendían fue tan intensa y agobiante que el ambiente se volvió pesado, pero Pyralis no retrocedió, su hermana estaba atrás de ella y debía protegerla, siendo así se preparó para recibir con otro potente puñetazo a su oponente cuando este volvió a tomar la forma de su exnovio y entonces el monstruo salió corriendo desde atrás de Pyralis y formando una espada con su brazo empalo a Takeshi, imágenes como flashes llegaban a los ojos de Rubí, recuerdos del pasado que la atormentaban sin embargo el monstro reía a carcajadas, la tristeza y el odio tomaron el control de la chica quien logro volver a canalizar energía en su puño, dio media vuelta y lanzo un potente golpe contra la aberración, que se arrastró varios metros en el suelo, mientras intenta levantarse la aberración encuentra a Pyralis de frente, este trata de alzar la cabeza pero al cruzar mirada con la chica recibe otro fuerte impacto que termina estrellando su cara contra el piso, la forma solida de la criatura comienza a perderse y empieza a derramar un poco del líquido que la compone, entonces Rubí voltea boca arriba al adefesio y se posiciona encima de él y entabla una serie de golpes sin piedad, arranca golpeando lentamente pero aumenta poco a poco la velocidad de sus puñetazos hasta que finalmente ha destruido por completo su cara, pulverizando por completo la cabeza del engendro, dejando una pulpa viscosa de color rojo, la sombra que poco a poco se deshace e inicia una revelación de un cuerpo pequeño y a medida que se vuelve visible la rabia de la joven se convierte en terror al ver lo que hizo, su furia la había cegado y había olvidado la identidad de este segundo monstruo, su complexión había cambiado por la oscuridad pero en el fondo era la misma persona, su mente se llenó de confusión y el pánico se apodero de Rubí, ella comenzó a balbucear con tristeza y remordimiento:
– No no no no no no no no no no no ¿Qué he hecho? No…-
y en un abrir y cerrar de ojos antes de que pudiera si quiera abrir de nueva cuenta sus ya enrojecidos ojos la joven
lanzo un grito desgarrador y continuo gritando a la vez que lagrimas salían de sus ojos sin parar y pensamientos intrusivos invadían su vista, recuerdos del pasado, cuando secuestraron a su hermana, cuando apuñalaron a Takeshi, entonces un ruido la alarmo y sin poder salir del shock volteo y el mismo monstruo se acercó violentamente hacia ella y mientras este lanzaba un frenesí de violentos cortes hacia ella y antes de que pudiera tocarla, despertó abruptamente, empapada de sudor y tomando un resuello de aire, su forma de respirar era tan pesada que parecía que estaba luchando por tomar la más pequeña y débil de las bocanadas de aire que sus pulmones le permitieran, alzándose sobre su cama envuelta únicamente en su pijama y sudor, había sido todo un sueño, aun le temblaban los brazos de miedo, estaba incrédula por la revelación, incluso cuando al levantar su mano derecha para observar sus involuntarios movimientos, frutos de sus intensos escalofríos vio que todo había sido fruto de su subconsciente, al tiempo que miraba su mano por el rabillo del ojo puede ver otra presencia, por miedo y como acto de reflejo voltea de forma violenta con una mirada de pánico a ver qué es lo que está parado al lado de su cama, es una niña, pero no es la misma que recién la atormento en sus sueños, no era tan joven, y su apariencia es distinta, es su hermana menor, la más pequeña que tiene actualmente.
Alexandrita, es una chica de 8 años, es muy sensible y suele ser muy dulce con quienes aprecia, tiene cabello negro, constantemente lo trae alborotado aunque no le molesta que lo cepillen ya que le gusta llamar la atención y por lo general la gente suele hacerle cumplidos cuando tiene su cabello liso y peinado, suele usar unas gafas con correa y unas muñequeras porque le parecen bastante geniales, lleva una camisa de tirantes de rayas blanco y negro, un short bastante holgado de color verde oscuro y unas mayas negras debajo de este y en sus pies lleva unas botas color negro, a ella le encantan aunque suele decir que son algo pesadas.
La apariencia de Pyralis demuestra su estado de ánimo exaltado ya que sus pupilas se encuentran tan dilatadas como sus parpados abiertos y con su ojo izquierdo al descubierto, un ojo que ella oculta por su aspecto, mientras la pupila del ojo es de un color verde esmeralda su esclerótica es color negro contrastando con su ojo derecho cuya esclerótica es normal resaltando su pupila color rojo asemejándose al rubí.
En su rostro podemos ver el estrés y el miedo que sintió en el sueño ya que está apretando sus dientes, continua respirando de una forma pesada que se hace más lenta cada vez y un frio sudor baja a través de su rostro, la mirada de Alexandrita demuestra curiosidad, no está asustada pese a la pesada expresión de la cara de la niña e incluso parece estar algo interesada, para ella es la primera vez que ve el ojo izquierdo de su hermana y fija su mirada en él, al darse cuenta Pyralis sacude su cabeza para cubrir su cara con el cabello y usando su mano derecha para tallar sus ojos con los dedos índice y pulgar, intenta asimilar lo que paso sin poder creer todavía que solo había sido una pesadilla, vuelve a suspirar y ahora más serena voltea a ver a su hermanita quien continuaba viéndola con curiosidad desde el lado izquierdo de su cama, Rubí estira la mano más cercana a la niña que de momento se apoya en su otra mano y le acaricia la cabeza mientras le dice de forma maternal y cariñosa
– Hey ¿Qué haces aquí nena? –
a lo que Alexandrita respondió:
-vine a despertarte, pero te vi un poco rara así que fui por alguien para ver que tenías, pensé que estabas enferma o te sentías mal y le hablé a Alex para ver que tenías-
menciono la pobre chica preocupada, pero con un tono dulce, al terminar sus palabras Rubí volteo con prisa a ver a la puerta y vio a su hermano mayor.
La familia de Pyralis es muy extensa contando con 10 hermanos entre ellos muchos gemelos que de mayor a menor son:
- Adamas Alex
- Pyralis Rubí y Galathea Esmeralda
- Amber Andrew y Amethyst Andrea
- Kira Jirukon y Diana Zaphiro
- Peridot Johnny
- Sasha Ágata
- Alexandrita
Fueron nombrados por su madre y padre quienes no podían decidir sus nombres y optaron por poner uno cada uno, lastimosamente después de dar a luz a la última niña su madre fallecería por complicaciones en el parto por lo que su padre tendría que ponerle un nombre por los dos, viendo que el nombre que su madre siempre les puso a sus hijos estaba vinculado con alguna piedra preciosa este llamo a su última hija Alexandrita como un último vestigio de su madre.
Adamas al ser el hermano mayor suele comportarse de manera más madura, tuvo una infancia corta ya que a sus 14 años su madre fallecería, lo que dejaría desolado a su padre y con este cada día más ausente se iría convirtiendo poco a poco en la figura paterna de sus hermanos, especial mente de Peridot ya que al despertar sus poderes demostraría un gran potencial, cosa que la mayoría de la familia verían e intentarían explotar, así que a su vez este recibiría cierto favoritismo por parte de los más grandes, Alex es un chico muy alto siendo el único miembro de la familia que actualmente mide 1.95 metros, tiene el cabello rosa y unas ojeras muy pronunciadas pareciendo maquillaje, usa una playera de manga larga con rayas blancas y negras, encima una playera gris con un símbolo de paz, un chaleco verde con gorra, pantalones vaqueros y tenis de bota color negro, el al igual que todos sus hermanos es de un tes de piel claro, tiene una personalidad bastante seria y serena, suele ser bastante empático con sus hermanos y se preocupa por ellos aunque muchas veces es egoísta vela sinceramente por la seguridad de su familia sin embargo ha llegado demostrado verdadera preocupación por su familia en algunas ocasiones.
Parado en el marco de la puerta estaba Adamas Alex, el hermano mayor de Rubí, este estaba de brazos cruzados viendo expectante a su hermana, mientras Pyralis comenzaba a paniquearse y ponerse nerviosa.
– ¿Podrías dejarnos solos nena? Los grandes tenemos que hablar –
dijo de forma paternal a la par que su expresión cambiaba a una más comprensiva y alegre, Pyralis sabía lo que venía, una incómoda charla acerca de superar esto y aquello, algo por lo que ya había pasado antes, pero al ser tan frecuentes este tipo de acontecimientos ella tenía que lidiar con ello, la niña asintió con la cabeza y salió de la habitación corriendo lo más rápido que podía, cambiando nuevamente su expresión por una más seria y fría Adamas continuo:
– ¿Entonces… una pesadilla eh…? –
con una voz inexpresiva y grave mientras miraba fijamente a Rubí quien aparto su mirada para esconder sus emociones
– No es nada… –
dijo con un tono firme en sus palabras, pero tratando de contener la ansiedad y tristeza que el sueño dejo y el pánico y los nervios que su hermano provocan, Alex dejó salir un suspiro y dijo:
– El desayuno ya está listo –
Aparto su mirada por unos momentos antes de salir del cuarto, cerró la puerta y se fue, la chica se cambió de ropa y se arregló para ir a su academia, de una vez con su atuendo favorito, el mismo que tenía en su sueño, ella baja de su habitación y ve a sus hermanos, en el comedor desayunando.
- Amber Andrew: Un joven con una larga cabellera rubia que amarra con una coleta en su parte posterior, en la parte frontal de su cabeza su pelo se parte a la mitad, con dos mechones alzándose sobre su frente y dos extensiones sueltas de su pelo que de ancho llegan de la división de su melena a la mitad de la cabeza hasta su oreja, y de largo desde la frente hasta la mitad de su cuello, tiene ojos algo grandes y unas características andróginas salvo por su mentón cuadrado que lo distingue de su hermana gemela, usa una sudadera blanca de capucha sin hombros que llega a mitad de cuerpo que no le ayuda a verse más masculino, un crop top ajustado color negro, una banda para sudor color negra en cada mano, usa un pants blanco holgado y zapatillas deportivas negras con blanco.
- Amethyst Andrea: Una chica con cabello suelto, rubio con el frente igual que su hermano solo que ella solo tiene un mechón en la frente en vez de los dos que tiene Andrew, igualmente con rasgos andróginos que hacen que de manera moderada parezca un chico, salvo por sus enormes pestañas que la distinguen de su hermano gemelo, su ropa no le ayuda a parecer más femenina, usando una chaqueta de cuero negra con las mangas arremangadas una playera rosa, guantes de cuero negro sin dedos , unos jeans negros y unas botas pesadas, (Nota de Pyralis: si lo sé todos dicen lo mismo, creo que se verían mejor con la ropa del otro, pero bueno, así son ellos.)
- Kira Jirukon: Tiene un Cabello grueso, alborotado, rojo , del que sobresalen sus Orejas similares a las de un felino, tiene una cara bastante fina en sus rasgos aunque una bendita en el tabique de su nariz, un colmillo sobresaliendo de su boca y una cicatriz de dos líneas paralelas en diagonal debajo de su ojo izquierdo que la hacen ver más ruda, usa una playera Blanca algo grande que amarra a la altura de las costillas, unos guantes de cuero gruesos, un pantalón bastante holgado con estampado de camuflaje y unos tenis en forma de bota color negro.
- Diana Zaphiro: Una chica con un peinado bastante hermoso, bien peinado, con dos coletas de espiral que amarra con moños, una en cada lado de la parte posterior de su cabeza, peina su fleco a los lados de su cara, para que no estorben a sus lentes, ella usa un uniforme escolar clásico, en tonos pastel, y tiene exactamente el mismo rostro de su hermana Gemela Kira, excepto que ella no tiene las marcas que andar de buscapleitos le han dejado a su hermana.
- Peridot Johnny: Un chico entrando a la adolescencia, cabello pelirrojo puntiagudo, usa una banda deportiva ancha en su cabeza, una camisa de tirantes negra, un guante especial que llega desde la mitad de su mano hasta la mitad de su brazo le ayuda a controlar mejor sus poderes, en la otra usa un guante sin dedos para entrenar, un short deportivo blanco y unos tenis para correr de color negro.
- Sasha Ágata: siendo la segunda chica más pequeña tan solo siendo mayor que Alexandrita, Sasha usa un peinado de 2 coletas largas al frente de su cabeza y en la parte de atrás tiene el pelo suelto admira tanto a Pyralis que lleva una sudadera azul de ella, aunque le queda algo grande, tapando su playera negra y jeans azules holgados, dejando solo a relucir sus tenis para caminar de varios colores rojos.
Ella se apresura a sentarse, da unos bocados y toma con prisa de su taza, mientras los demás terminan tranquilamente su desayuno y recogen la mesa, se nota con prisa.
– Muy bien, disculpen la tardanza, pero es hora de irnos, ya ya ya, levántense~ vámonos ya es hora de irnos –
dijo Pyralis en tanto seguía dando bocados rápidos y pequeños:
– En esta ocasión tu eres la que va tarde –
dijo Andrew de forma burlona al mismo tiempo que soltaba una risa sarcástica, ella trata de atraparlo, pero Andrew se mueve de manera veloz, dando varias vueltas alrededor de Pyralis y esquivando todos sus intentos por atraparlo a la vez que continúa riendo, después de molestarla unos pocos segundos se dirige a la puerta y de manera infantil abre la puerta y hace un gesto de despedida poniendo sus dedos índice y medio en la cabeza por su parte le grita:
– Au revoir –
escapando, Andrea se acerca a la puerta, pero por su parte con un tono apagado comenta:
– Me iré adelantando, ese tonto se olvidó de mi otra vez, con suerte se acordará a la mitad del camino, odio tener que caminar todo el trayecto a la academia, además, llegar temprano me da tiempo de estudiar antes de clases –
a la par que salía de su casa de manera tranquila con un libro en la mano, mientras cerraba con cuidado la puerta, Kira seguía en la mesa devorando con violencia la comida, junto a su Gemela quien tímida seguía agarrando trozos pequeños de su comida con un tenedor, a la par que Jirukon mordisqueaba un gran trozo de carne gruñía salvajemente, de pronto volteo y cruzo miradas con Rubí quien tenía una mirada desaprobatoria en tanto fruncía el ceño, Kira alternaba su mirada rápidamente entre su carne y su hermana en repetidas ocasiones hasta que alzó sus orejas en señal de entendimiento, desprendió sus dientes de la comida, se relamió los labios y dijo:
– Eh… si –
se aclaró la garganta al mismo tiempo que se limpiaba la cara con una servilleta y continuo:
– Nosotras también nos vamos ¿no es así? ¿Zaphiro…? –
Diana simplemente Asintió mientras exhalo *mhm* ambas recogieron sus platos, Zaphiro con delicadeza y Jirukon de una forma más brusca dejo su plato y jalo a su hermanita del brazo, a la vez corrían a la puerta, grito exaltada:
– ¡Nos vemos! –
Diana solo alcanzo a decir
– A.…adiós-
con su característica timidez mientras gemía de dolor por los jalones de su hermana.
-bueno ahora nos toca a nosotros-
dijo Alex, al mismo tiempo traía a los más pequeños agarrados de la mano, con un tono de voz inexpresivo, Johnny y Sasha se estaban empujando entre ellos mientras Alexandrita estaba tranquila tomada de la otra de Adamas.
– Los acompaño –
dijo suspirando Rubí.
– Ver comer a Kira me quito el apetito, como siempre pero hoy actúo más bestial de lo que se veía y sinceramente tengo un límite y ella tiene una habilidad increíble para superarlo-
Dijo con un tono de desagrado, por su parte salía por la puerta a las 10:00hrs junto a sus hermanos y comenzaron su recorrido a la academia, ya después de unos minutos de un viaje bastante tranquilo Adamas dijo:
– ¿Entonces ya pensaste en un alias? –
con curiosidad mientras seguían caminando a paso lento.
– Aún no, es complicado…. debo encontrar un nombre que vaya de acuerdo con la temática del equipo –
Dijo Pyralis dándole un tono de estrés a su voz, como si pensar en el tema fuera molesto o cansado.
– ninguna criatura mitológica genera explosiones o puede detonar cosas o ya sabes, necesito tiempo –
Adamas seguía mirando a su hermana atento a sus palabras, pero pronto entendió que ella no quería continuar hablando, estaba distraída e incómoda por lo que trato de reconfortarla.
– No tienes que apresurar el paso –
dijo Adamas
– Tus poderes siguen reprimidos, pero aún están ahí, cuando los liberes estoy seguro de que elegirás el nombre correcto-
a lo que la pequeña añadió:
– Sigo siendo la que más tardo en encontrar un nombre –
respondió la joven, entonces volvió a responder:
– Si, pero casi todos ya tenían algo así en mente, Kira ya había elegido el Grifo, Andrea Esfinge y le recomendó a Johnny el de Hidra, solo decidimos seguirles el juego, no te mortifiques por no tener nada planeado, el nombre llegara solo cuando sea el momento indicado –
termino Alex reconfortando a Rubí y haciendo más ameno el recorrido a la academia.
Al llegar la institución se veía bastante agitada, muchos estudiantes entraban simultáneamente, en la entrada una alegre mujer de cabello castaño y un curioso vestido hecho de lo que parecen ser Hiervas y Flores saludo a Pyralis:
– ¡Lis! Niña, que bueno que llegaste temprano, estaba a punto de llamarte, ¿Quién te dijo? –
dijo con mucho entusiasmo la señorita mientras se acercaba con curiosidad a la joven, confundida y aturdida Pyralis respondió:
– Nadie me llamo, llegue temprano como de costumbre ¿Qué está pasando? ¿Por qué tanto alboroto? ¿Amaya Sensei? –
parando de golpe la hiperactiva mujer agrego:
– Ha, claro vamos acompáñame la directora va a dar un discurso y es de asistencia obligatoria, estoy emocionada casi nunca se deja ver y hoy parece ser una ocasión especial, perfecta porque ya no tendré que buscarla-
con una gigante sonrisa tomo a Rubí del brazo y corrieron por un pasillo al discurso de la directora.