ESPECIES 1.0 - CAPITULO 2 - El ultimo desayuno

– ¡Adam! – La voz que pronunció mi nombre vino de detrás de mí, alguien estaba diciendo mi nombre con la intención de gritarme pero desapareció porque era demasiado aguda.

Sólo hay una persona con ese tipo de voz y la única que conozco que dice mi nombre de esa manera es ella.

Me giro para mirar a mi compañera de la clase

– … no veo a nadie !- hago una broma aburrida pero me gusta hacerla por su tamaño.

Un pisotón cargado de ira es lo que recibo acompañado de un agudo reproche que me hace reír.-¿A quién llamas pequeño a a a

– A nadie, Alicia, sabes nadie podría distinguirte de una niña de primaria.

Agregue mientras estaba en su misma estatura dado que mi cuerpo se inclino por acción del pequeño pero poderoso pisotón que ella había lanzada contra mi con esas zapatillas negras de estilo urbano.

En términos otaku ella sería una Loli, pequeña de estatura para mí ya que la supero en 15 cm, con un pecho pequeño, creo que tiene una copa mínima.

(otaku es un término que se utiliza para referirse a las personas que les gusta la animación japonesa).

Desvío mi mirada a sus pequeños pechos que pude ver un poco entre la abertura del escote de su blusa color crema.

Ella tiene su piel de color trigueña con algunos lunares muy cerca a la clavícula.

– No mires mucho o te llegará la policía maldito perro, ahora.

Su expresión era aterradora, ya que lo decía con tanta satisfacción como si disfrutara meterme en problemas.

Desvío la mirada a otra parte, pero no puedo evitar fijarme en sus bonitas y esbeltas piernas cubiertas por unas sexys mallas y unos shorts jeans cortos.

Pero a donde puedo ver, por todos lados se ve demasiado bien, tranquilo Adán piensa en las sagradas escrituras.

– E.. bueno sabes que unos años en la cárcel no suena tan mal.

Me soltó con un poco de sorpresa ante mis palabras, cambio su expresión de leve sorpresa a una muy coqueta, ella me miro coqueta-menta y se puso a acariciar mi mejilla con sus suaves manos llenos de olor a jabón de eucalipto y crema humectante.

– Te acuso y te mando preso entonces -respondió con ironía y añadió – no me digas que vuelves a tener sueño, la verdad es que no sé cómo prestas atención a tus clases. Dijo con un tono burlón, en su sonrisa se reflejaba que uno de sus dientes no estaba bien encajado lo que le daba un toque más infantil.

Debe ser por que todo el tiempo parece que ando somnoliento pero esa respuesta no viene al caso, es demasiado cruel al jugar conmigo de esa manera.

– Ahh, ni siquiera lo sé – me rasco la cabeza mostrando que ni siquiera yo sé cómo apruebo todas las asignaturas, es algo que tengo que averiguar.

La verdad es un misterio pero quien dice que apruebo todas las materias.

Marcos me agarra del hombro – hermano te dejo, mis clases están a punto de empezar, cuídate y que no te atrape la policía –

Con una palmada en la espalda brusca que me hace inclinarme hacia delante y una risa muy burlona se despide dejándome junto a Alicia.

– Adiós – Levanto la mano en señal de despedida.

Que acaso todos piensan que puedo ir preso, no es que pueda ir, la verdad que eso es imposible ya que ella no es menor de edad aunque lo parezca.

– Acaso no le caigo bien a tu amigo, ¿es eso…?.

Pregunto ella acercándose a mi, como si se sintiera mal por caerle mal a Marcos, supongo que es algo natural en ella ya que siempre es amigable con todos. En otras palabras es amiga del pueblo.

– Para nada, de hecho me sorprende que no te haya tirado maíz desde la primera vez que te vio -( maíz en mi país se llama cortejar )

Si digo que me sorprende el hecho de que no le haya tirado maíz o coqueteado es algo extraño en el por que siempre le anda tirando la onda a todas las mujeres, pero ahora que lo pienso el esta con Olivia así que creo que es natural que ya no ande arrojando maíz por ahí como un picaflor.

El hecho de que el este con Olivia me causa un cierto sabor amargo el cual no le doy mucha importancia desde que me aleje de ella.

– Ya veo, bueno ¿vas a ir al comedor? – Pregunta con una mirada ardiente acompañada de un gruñido en el estómago.

– Todavía no has desayunado, son las 8 de la mañana.

– No, me he levantado tarde pero he dormido las horas necesarias – sonrió – vienes conmigo.

Ya he tomado algo antes de venir a la uni así que no me importa que vayamos al comedor.

Consulto mi reloj analógico en mi muñeca derecha para ver cuanto tiempo tenemos, veo que faltan treinta minutos para que empiece la clase de química lo que nos da tiempo suficiente para ir a un comedor particular de un precio relativamente barato pero muy bueno, digo relativamente barato por que por un sol te dan un combo buenazo, dos panes, una taza de mazamorra y un vaso de jugo.

Pienso un momento si acompañarla, recordando si e cumplido con los deberes pero no lo recuerdo.

– Sí, por qué no, además me encanta el jugo que dan en el comedor.

– entonces que haces ahí parado muévete que mi estomago no te espera – exclamó aferrándose a mi brazo, podía sentir sus pequeños pechos presionando contra los míos, eso me puso nervioso mientras empezaba a tirar de mí en dirección al comedor con paso rápido. Ella siempre tan enérgica.

– Eh, espera, más despacio por favor, no ves que tengo un poco de sueño -una pequeña queja lanzada al aire.

Mi expresión somnolienta era siempre una buena excusa para salir de cualquier situación, si me invitaban a algún lugar pero en estos momentos de verdad me moría de sueño y no sabia como atendería las clases y lo peor aun , el efecto de la cafeína parecía pasar con cada minuto que pasaba.

– Y yo tengo hambre.

8.10 AM comedor

Ella desayunó placenteramente, hoy dieron quinua, pan con queso o palta cualquiera de las dos opciones a elegir y para lo único que vengo el jugo surtido.

Aunque la quinao estaba caliente, pude ver el placer que sintió en su paladar al tomarla al mismo tiempo que me parecía gracioso verla tomarla caliente y hacer su mueca de que se había quemado la lengua.

Por mi parte solo tomé el jugo, es lo único que me gusta del desayuno en este lugar y el precio no fue tan malo solo pague la mitad del combo.

Mientras yo tomaba lentamente mi jugo surtido ella se apresuraba a tomar su desayuno pero aunque lo intentara esto le tomaría un buen tiempo.

Esperé a que terminara, tardó unos 15 minutos, ahora solo nos queda 5 minutos por lo que tenemos que ir a un paso veloz hasta la facultad.

Si llegamos tarde es muy probable que el ingeniero no nos deje ingresar a la clase y eso seria algo malo por que hoy hablaría referente a la tarea que a dejado para el fin de mes y mas aun daría el temario para el examen.

El hecho de que haya reprobado algunos cursos y que siempre parezco caminar como si nada me importara no significa que no me importe los estudios, me importan aunque a medias o mas creo.

8.25 a.m.31 de Marzo

Llegamos a la facultad que luce un poco vacía por que no tenia ningún alumno en el área libre, algo típico a esta hora , es mas común ver solo a los profesores con sus elegantes trajes o batas de laboratorio corriendo a dar inicio a sus clases y el personal de limpieza en esos trajes azules cumpliendo sus labores.

Supongo que ya es tarde, espero que no.

Miro el reloj de mi muñeca y al parecer el tiempo que teníamos iba acabando de poco a poco con el minutero junto al segundero contando hacia atrás.

Quedando solo 3 minutos para que empezara la primera clase del día, subiendo por las recién trapeadas escaleras nos topamos con otro compañero.

(trapeadas o trapear, pulir el piso )

Un chico de color café, que por el simple hecho de serlo era molestado de buena manera, se llamaba Steven.

Es el típico chico que siempre llega tarde a clase, da igual que viva cerca de la uni pero llega tarde, a verdad es algo muy raro en el, que digo en el, en todas las personas con esa costumbre y no lo digo por que sea el, el único de mi salón sino que a lo largo de mi vida estudiantil siempre me topaba con sujetos así que por extrañas razones llegaban tarde.

El hecho de que sea tardón no significa que el era un mal estudiante o algo así, como irresponsable o casas así, por lo contrario el era mas aplicado que yo en las notas y eso si que era divertido según yo por que demostraba que se esforzaba tanto por estudiar que se olvidaba del tiempo.

Hoy trae un jean azul como el mío pero a diferencia de mi sus jeans tienen algunos detalles de la tela desgarrada, un polo negro, con una camisa de jean azul, y el clásico pelo afro, siempre con los ojos dormidos pero muy alegres.

Su look es divertido y curioso, me causa mucha curiosidad el tiempo que le debe llevar peinarse a diario, mas aun si es en la mañana, eso demostraría que es mas responsable que yo hasta con su estilo.

– ¡negro! – exclamó Alicia de buena manera, con tono amable y juguetón se acerco a abrazarlo con mucho entusiasmo.

No me sorprende que ella lo abrace ni que coquetee conmigo a veces por que ella es así , es muy expresiva y amable con todos así que si uno pensara que ella siente algo por ti estaría cayendo bajo los encantos de su amabilidad.

– Hola… pe, mi querida Loli -responde a la broma con una gran sonrisa que casi brillaba.

Ante mis sombríos ojos mientras le daba una palmada en el la espalda como respuesta a su abrazo.

Sabía que no era el único que pensaba que era una Loli aunque es un poco gracioso ver a alguien más decirlo.

– ¿Adán también llegas tarde? -Me pregunto mientras ella aun lo abrazaba como si fueran grandes amigos, algo que no me sorprendía para nada.

– ah sí hombre, tenía tiempo pero no sé dónde lo he perdido – llamé a la puerta del aula, la cual era de metal, lata o placa de metal para ser mas seguro.

Todavía tengo un poco de sueño y lo reflejo al frotarme los ojos con el antebrazo. Llamé a la puerta del aula otra vez dejando oír el sonido del metal que hace al ser impactada varias veces por la piel humana..

– lo perdiste en el comedor conmigo – exclamó Alicia abrazándome sarcásticamente.

Es demasiado amable y juguetona.

– Fueron al comedor !¿ a cual el que esta cerca o el central, saben lo que hay?. No he desayunado todavía -Estiró los brazos y bostezó con fuerza demostrando que tenía más sueño que yo y hambre, mucha hambre.

Eres increíble hasta parece que me superas en las ganas de dormir, pero tú también, llegas muy tarde y aún no has desayunado, ¿acaso todos tienen algún problema con eso o qué? .

– Pues fuimos al que esta cerca .. ya sabes el del combo barato, hoy había quinao, pan con queso o palta y jugo surtido- Respondió Alicia alejándose de mi.

– Espero que siga abierto cuando acabe la clase, cambiando de tema, ya vieron lo que pasó en los últimos días, el vídeo en el que hablan de ¿ quién ? y cómo masacraron a una pareja, también hoy en las noticias de la mañana, cuarentena obligatoria a partir de mañana, juro que si alguien dice Marzo sorpréndeme, le parto su madre.

Estaba hablando muy eufórico, un cambio radical para el estado de ánimo que tenía hace unos segundos, la verdad es que Steven no deja de sorprenderme.

Pero era algo gracioso que diga marzo sorpréndeme por que el mes ya estaba acabando .Pero si tiene razón estos días han sido demasiado extenuantes con lo de las noticias.

– El vídeo -lo miro con extrañeza- si lo recuerdo, pero no se de que hablas, recuerdo haberlo visto pero solo vi montajes y una mancha gris en la cámara pero hay que reconocerles el mérito, fue mejor que en las películas.

Ahora que recuerdo , no recuerdo muy bien el vídeo pero creo que hace alusión a los memes que tanto veía al respecto del vídeo sobre el hecho de que olvidas lo que viste o algo parecido.

– ¿Lo has visto?- preguntó Steven- lo estuve buscando pero lo único que encontré fueron opiniones al respecto.

Lo mismo que yo, la verdad es que lo único que queda del vídeo son eso, son solo reacciones.

– Sí lo vi pero lo de la cuarentena es realmente pendejo.

(pendejo es un término para referirse a algo molesto).

La puerta se abrió con un chirrido tétrico, apareció primero la mirada vieja y marchita, acompañada de la voz ronca y cansada del ingeniero, nos miró y exclamó -¡entren! –

Tenía la misma mirada de ser una persona amargada, pero en el fondo es un buen tipo aunque no digamos lo mismo de sus exámenes. Un hombre de unos aproximadamente 50 años, con la estatura similar a la mía, el cabello peinado para atrás, delgado demasiado y lo digo por el hecho de que su ropa le queda demasiado suelto