The world will go on without you. - Capitulo 00- "Aquello"
The World Will Go On Without You “Prólogo´´
Capitulo 00: “Aquello´´
Me encuentro trabajando en la perforación en las minas. Soy piloto de Worker, una unidad mecánica especializada en minería profunda.
¿Por qué trabajo aquí? Mi labor consiste en expandir terreno para el hormiguero veinticuatro, y también la búsqueda de reactorita, un mineral que…
Una fuerte sacudida paraliza al Worker.
—¡¡¡Aaaaaaah!!!
El trabajo debería ser sencillo… No obstante, falta personal, así que dependemos al cien por ciento de estas máquinas. Que funcionen óptimamente es una prioridad.
—¿Otra roca de alta dureza? Creo que no podremos pasar por aquí también.
Siglos de minería nos acercaron al manto, este resultó estar rodeado por colosales rocas cuya dureza no puede ser enfrentada con herramientas humanas.
Intento retroceder; pero algo atascó el brazo de la máquina.
No tengo otra opción que salir de mi Worker a revisar: me falló estando semidesnudo y empapado en sudor por la temperatura del manto en las minas.
Está oscuro; pero conozco muy bien a mi Worker, demasiado como para saber dónde debo poner los pies y revisar.
Me acerco a la parte delantera donde se encuentran los brazos y enciendo la linterna que cuelga de mi pantalón. Ilumino la pared de rocas de donde se atascó.
Mi rostro solo dibuja decepción.
—Dame un respiro. —Llevo la palma de mi mano al rostro.
El brazo perforador quedó atascado en una grieta del mineral de alta dureza.
Quedarme ahí para desatascar el brazo sería un suicidio por la deshidratación dadas las condiciones del entorno como las altas temperaturas. Solo puedo optar por lo más sencillo…
Desacoplar el brazo del Worker y regresar al hormiguero antes de que el calor haga efecto en mí.
Sin otra opción, lo hice.
La decepción era porque los Worker son herramientas valiosas y las únicas que tenemos desde que los sabios sellaron la ciudad hace siglos. Perder piezas es una gran pérdida para nosotros.
Cuando termino el desacople me retiro para evitar más calor.
Una vez que llego a un sitio más fresco, decido tomar un descanso.
Saco un pequeño refrigerio de una mochila que traje y empiezo a comer.
—¡Gracias por la comida!
A punto de probar los alimentos que tengo frente a mí, siento algo moviéndose por debajo de mi Worker.
—Ayúdame —dice ese algo mientras me levanto.
No puedo ver nada por la oscuridad del lugar, y por razones de ahorro de energía no uso las luces de mi máquina.
Aparte de que la cueva recién cavada no dispone de iluminación, tomo mi pequeña linterna y bajo del Worker.
—¿¡Quién está ahí!? ¿¡Estás herido!? —digo lo más firme que puedo.
—Ayúdame —dice lo que parece ser la voz de una niña.
Viene de debajo del vehículo.
¿Cómo una niña puede haber llegado hasta aquí sin ayuda?
El viaje dura horas en vehículo, ni hablar en caminata, aparte, parece estar sola.
Me asomo debajo del Worker, iluminando con la linterna.
—¿¡Estás sola!? Es peligroso pue… ¡¡¡Aaaaaaaaaah!!!
Algo salta hacia mí de entre las ruedas del Worker.
Retrocedo por el sobresalto, choco con una pared y suelto la linterna por el dolor.
Está pegado en mi pecho; pero no puedo distinguirlo. La luz de la linterna rueda a todos lados. Es algo confuso y aterrador.
—Yo… no mala, ayúdame, lo suplico —dice eso pegado a mi pecho.
El miedo y la curiosidad me invade, tengo que saber qué o quién es.
Entro al Worker en silencio y con cuidado.
Tiemblo por lo que puedo tener aferrado a mí. Enciendo las luces de la cabina.
Me doy cuenta de que eso… No, ella, no es humana.
—Yo no mala, yo huir… Malos vienen… Controlan amigos de Ari.
No atiendo sus palabras: ya que quedo más impresionado por lo que es.
Parece una babosa; pero no escurre nada. Su piel tiene colores pastel azules y violetas, posee dos grandes ojos negros llenos de expresividad.
No es algo común… Incluso habla, eso solo me pone más nervioso, aunque no aparenta ser peligrosa.
—Ellos se meten cuerpo… Ellos toman cuerpo.
Eso me hace salir del trance.
—¿Toman cuerpo? Imposible, no hay nada allá afuera —respondo de forma casi automática.
—¡No! Ellos toman cuerpo, ¡matan familia! —agrega desesperada.
—S-saliste de esa grieta… ¿Verdad?
—¡Sí! —responde aparentemente animada por mi pregunta.
Sin embargo… Si ella salió de ahí para advertir sobre esto, y que ellos vendrían…
Tal vez no es algo tan descabellado creerle.
—¿Son muchos?
—Muchos, ¡matar familia…!
Se nota que hace el intento por hablar mi idioma, pero la desesperación es visible en sus palabras.
—¿Ellos te siguieron?
—S-sí…. Por poco… Escapar…
—¡Mierda! —digo mientras un escalofrío recorre mi cuerpo.
Es claro que están cerca, no considero prudente esperar a que aparezcan para identificar la amenaza…
Debo ganar tiempo de inmediato.
Enciendo el Worker y destruyo las paredes con el brazo restante para bloquear el túnel y, en consecuencia, evitar que nos sigan.
Derrumbo el túnel y acelero con el Worker.
Aún estoy en shock por la presencia de esa extraña criatura; sin embargo, no puedo ignorar lo que me dijo. Esa criatura todavía tiembla en el rincón de los pedales.
Me mira aterrada, como si viera a un monstruo.
Sin embargo, ella no tiene razones para inventar algo así. Mucho menos a un desconocido. Tal vez entró por la grieta que hice con el Worker…
Tal vez es mi culpa.
En ese caso… ¿Está bien que la lleve a casa? Puede que solo lo haya inventado…
No sé qué pensar.
Mientras me siento cada vez más hostigado, mi rostro dibuja preocupación.
—¿N-nombre? —pregunta esa criatura con la voz baja.
—¿E-eh?
—¿T-tienes un nombre?
Un animal parlante jamás formularía una pregunta así… o eso sabía de los extintos… pericos.
¿Es consciente de sí misma?
¿Puedo confiar en lo que me dice?
—Me llamo Yoru… ¿Y tú?
No puedo saber la magnitud de la situación solo preocupándome…
—M-mi nombre.
Creo que a partir de esto. Nuestra confusa introducción tomará sentido…
—¡Mi nombre es Ari!
Y probablemente trascenderá más allá de estos túneles a los que llamo hogar…
Parece que el polvo me está afectando.
