The world will go on without you. - Capitulo 03- "Batalla desesperada", Ari Esteller
Regresamos al hormiguero con los heridos, Kattie ayudaba a descargar a los heridos.
Ahora que hay luz pudimos notar que Kattie tiene musculatura ligera; pero en cuanto al lugar, parece que no hicieron tanto caso a Liese. Están atendiendo a los heridos en el hangar.
Ari y yo estamos malheridos, en espera y escondidos en la cabina del Worker de Kattie, ¿por qué hacemos eso? Bueno, si nos ven, de seguro no nos dejarán volver.
El personal trae cajas que están en las bodegas, esas eran diferentes porque son alargadas de metal y están cerradas con candado.
—¿Qué son esas cajas alargadas? — pregunta Ari curiosa. Trata de asomarse por mi bolsillo; pero es frenada por el pedazo de metal que aún nos une.
—Se tratan de armas de fuego…
Las armas de ese tipo, así como su munición, son muy obsoletas.
Aunque el hormiguero es una gran ciudad, la población en descenso era cada vez más fácil de apaciguar y controlar. Así que prácticamente nos conocemos entre todos, si no conoces a alguien en el hormiguero, es muy seguro que un familiar o conocido cercano sí.
Mientras divago en mis pensamientos, de repente me atacaron las ganas de toser.
Aguanto la tos, lo que hizo que las heridas sangrasen de nuevo.
La larga espera por partir de nuevo solo provoca que me diera cuenta de la situación en la que Ari y yo estamos.
Ella está prácticamente empalada y pegada a mí, moverla o moverme solo haría que ella sangrara más, aunque las costras hechas con la mescla de nuestras sangres detuviesen nuestras hemorragias en esa área.
Toco el lugar donde estaba mi ojo derecho, esa cosa estaba clavada en mi cabeza, aunque el área, así como el resto de mi cuerpo están extrañamente adormecidos. No era la clase de dolor intenso que imaginé.
Al levantarme la camiseta, mi tórax está notoriamente deformado por las fracturas en mis costillas.
¡¡¡Nada de esto tiene sentido!!! He visto veteranos morir por menos que esto. Ari tampoco parece sentir dolor o incomodidad, ella solo me mira con la curiosidad de siempre.
—Es increíble… —comenta Ari mientras movía un poco su cabeza—, ¿verdad?
—¿Increíble…? ¿A qué te refieres?
Increíble el hecho de que no estemos muertos, es más… Dudo que tan siquiera esté vivo, es como una pesadilla que en vez de asustarte, es tan surrealista que te parece fuera de lugar.
Ari interrumpe mis pensamientos al comentar algo mucho más fuera de lugar.
—Es cierto, esto parece una pesadilla de mal gusto…
—¿¡Eh!?
—¿Eh?
—Eh nada. ¿Cómo supiste que pensaba eso?
Ari se puso nerviosa, esa sonrisa que tiembla claramente dice que dije algo que no debía.
—¿¡Eh…!? B-b-buenooo…
—¿Bueno…?
—Buenooo…
¡¡¡Claramente sabe algo!!!
Si no estuviera clavada a mi pierna la estrangularía por respuestas.
Vuelvo a mirarla. Ella está mirando a otro lado con una sonrisa de culpabilidad, ella oía lo que pensaba.
¿Por qué? ¿Cómo lo hacía? Preguntarle algo solo me crearía más dudas.
— Olvídalo, me lo contarás todo luego… ¡Por dios! Esto es tan surrealista…
Suelto una leve carcajada y cubro mi frente con la mano.
Lo que menos me importa era la curiosidad, estoy más preocupado por la señorita Ryouko y Yuki, aún no tengo una idea clara de lo que enfrentamos, el señor Reigo aún se encuentra allá abajo con esa cosa.
—Oye… Ari…
—¿Sí…?
—¿Estás de acuerdo con esa decisión?
Ella sonríe como si le hubiera pasado algo muy bueno, y sus ojos brillan.
—Estoy segura… Que podremos vencerlo con esto…
—Y-ya veo…
Esa respuesta me dejó confundido; pero aún más confundido era otra cosa qué noté en ese momento.
—Por cierto… Ahora hablas más fluido…
—¡N-no lo había notado! ¡Lo juro…!
—Esto no tiene nada que ver con el hecho de que supiste lo que pensaba… ¿verdad?
—¿E-eeehhh?
Pongo mi mano sobre su cabeza y aprieto con suavidad.
Aunque las ganas de apretar fuerte eran más evidentes.
Ese extraño y tranquilo momento es interrumpido por el sonido de la puerta del Worker abriéndose.
Aunque el susto dura un par de segundos. Kattie entra al Worker y, sin dirigirnos la palabra, mete un rifle y lo pone a nuestro lado, se sienta y enciende la máquina.
—¡Nos ordenaron recoger solo a los vivos! —dijo Kattie, claramente en pánico.
—¿A qué te refieres…?
—Según el último informe que envió Lance, hay un montón de esas cosas en los túneles, hacerles frente con el equipo y personal actual solo provocará más bajas…
No quiero responder, sé que parte de la culpa es mía por no advertir lo de Ari antes.
Kattie sigue hablando.
—¿Ustedes lo sabían, verdad…? ¿¡¡Sabían que esas cosas estaban aquí…!!? ¡¡¡¿Verdad!!!?
—¡¡Se equivoca!! Yoru… No tiene nada que ver en esto…
Ari responde inmediatamente a la acusación de Kattie aunque su mirada estaba tan asustada y confundida como la nuestra.
—Tenemos tantas dudas como tú ahora, no sabíamos que esto pasaría…
Tomo el rifle que ella trajo y empiezo a revisar cada lado de este.
—Pero ten por seguro que lo solucionaremos.
No me di cuenta; pero cómo después me lo contaría Ari, estoy sonriendo, seguro de mis palabras.
Kattie parece que se ha tranquilizado un poco.
Sonrío. Creo que le parece gracioso el hecho de que, más que revisar el rifle, parecía estar jugando con él, o tal vez fue lo que dije.
—[¡¡¡Arranquen!!!].
La voz del jefe resuena por los altavoces de la entrada al hormiguero. Asomo mi cabeza por la ventana trasera del Worker.
No solo está el personal de la mina, sino también civiles, cada grupo está dividido en otros más pequeños.
Un Worker, cinco hombres con material de minería y cinco hombres con armas de fuego, desde las usadas para control, hasta reliquias que se exhibían al público.
Mientras el Worker se pone en marcha, intento ver dentro de la ciudad.
—Esos son…
—Patrols. —Kattie completa mi frase con suma frialdad.
Los Patrol son unidades diseñadas para el control de masas, siendo mucho más dinámicos y ligeros que los Workers, también generalmente están armados.
No obstante, por el decrecimiento de la población, estos pasaron a ser utilizados como unidades de mantenimiento para el hormiguero.
Hasta ahora fueron mantenidos con ese propósito.
Me siento de nuevo, estamos sentados en el piso del Worker que está detrás del asiento del piloto.
Me acomodo para que Ari no se haga daño.
—¿Qué plan prepararon? —pregunto mientras pongo el rifle junto al asiento del piloto.
—Entraremos a la zona afectada usando a los Workers como barricadas. La mitad del equipo recogerá a los que aún están vivos en los vehículos de carga o sobre los Workers, mientras la otra mitad armada los cubre. Todo antes del tiempo establecido.
—¿Cuánto tiempo tenemos…?
—Dos horas desde que lleguemos al área afectada, tenemos permiso de quitar los tres limitadores si es necesario.
Kattie empieza hacer un berrinche moviéndose de un lado para otro en el asiento.
—¿¡¡¡Por qué tuvo que pasar esto en mi primera jornaaaadaaaaaa!!!? ¡¡¡Solo quería manejar los Workers que tanto amo y ganar dinero en el progresooooo!!!
Con eso dicho, carcajeo.
Nos quedamos viendo a Kattie en silencio y con una sonrisa extraña, de todos modos, la mala suerte es mutua.
De repente, unas fuertes ganas de dormir nos invaden a Ari y a mí.
Me pesaban las pestañas, mi cuerpo, y seguramente el de Ari también, llegó a sus límites.
—Yoru…
—¿Sucede… algo… Ari?
—Necesito… un descanso —respondió ella con una sonrisa y con jadeos.
Es como si hubiese hecho un gran esfuerzo físico, tal vez perdió mucha sangre… No iba a mentir, también me encontraba así.
—Señorita Fen…
—¿¡Eh…!? ¿Sí?
—¿En cuánto tiempo estaremos cerca del lugar?
—¿Planeas enfrentar a esa cosa…?
—El señor… Reigo aún está… ahí…
—Estaremos ahí en cuarenta minutos. Por el bien de mi trabajo espero que tengas un plan, Yoru…
—Nos conocemos… desde hace poco… ¿Y ya tenemos esas confianzas…?
El sueño es cada vez más pesado, tanto que ya es imposible mantenerse despierto.
Con mis últimas fuerzas respondo a Kattie.
—Claro que tengo… un plan…
—Despertaremos… en un momento… —añade Ari desde el bolsillo.
Lo último que vimos fue a Kattie entrando en pánico, je, je, je… seguro piensa que ya nos morimos. Espero que no sea así…
No aguantamos el sueño…
.
.
.
—[Bienvenidos a ciudad Ocaso. Hoy es doce de marzo del año 10002129 D.S y 2129 del calendario estándar. Son las doce y veintitrés hora laboral]
»[El comité de seguridad civil recomienda quedarse en sus casas ante las olas de violencia suscitadas después del repentino cierre del segundo nivel, que es encargado del procesamiento de alimentos, ante avisos de un brote de parasitosis en los cultivos, a los que infectaron ya a cuarenta agricultores. El comité anunció un racionamiento de víveres hasta nuevo aviso y ordenó cuarentena obligatoria en dichos niveles… En otras noticias…]
Me encuentro dormido en una habitación, era bastante familiar, es mi habitación.
Me llamo Yoru Esteller, tengo 10 años. Mi casa se encuentra en la ciudad Ocaso en el séptimo nivel del “veinteavo hormiguero”, o eso fue lo que me dijo… ¿Mamá?
No sé por qué; pero hoy me siento raro… Si no voy a trabajar el señor Reigo…
— Has crecido mucho, Yoru…
Esa voz viene justo al lado de mi cama, mi cabeza gira a verla casi de golpe.
Es la voz de una niña que habla con un acento raro. De piel morena, cabello blanco y una sonrisa que mostraba sus dientes. Le falta un incisivo arriba. Viste un vestido blanco con volantes que parece un disfraz.
Reconozco a esa niña de inmediato, su nombre es Ura Fino, mi mejor amiga.
—Je… Pareces un cachorro asustado, estás tan alto como una jirafa, y veo que ya no vives solo…
—¿Qué haces aquí, Urara-chan? Las clases fueron suspendidas hace meses —respondo con una sonrisa, estoy feliz de que alguien venga a visitarme.
Para variar, salto hacia ella para darle un abrazo.
Al tenerla entre mis brazos, entro en pánico.
— No quería perturbar tus recuerdos…
Mis brazos eran demasiado largos para abrazarla, parecen haberse encogido… no, yo he crecido.
Ella me mira desde abajo.
—Perdóname, en serio quería verte otra vez… Y se presentó la oportunidad, jeje. Veo que hiciste un pacto simbiótico con Ari.
—¿¡Eh!? ¿Ari…?
Conozco ese nombre, Ura salta y se abraza a mi cuello. Se cuelga de él.
—Guau… eres muy alto, con este tamaño no nos molestarán de nuevo… o… , no nos habrían molestado, je je…
Carcajeo y luego la observo.
—Sí… tienes razón.
—Así que Yuki y Ryouko… Al fin ya no estás solo, parecen buenas personas, aunque Yuki no me agrada. —Hizo un puchero.
—Estás delgado, ¿¡comes bien…!?
—¿Eh…? Sí.
—Sorry, sorry… Esto debe ser bastante repentino para ti, la primera inmersión siempre es confusa para todos…
—¿Qué está pasando aquí, Urara chan…? No entiendo nada de lo que dices…
Ella se columpia más en mi cuello.
—Espera… Déjame disfrutar de este momento un poco más…
—V-vale…
—¿Ellas son como tú hermana y madre?
—Eh… No… Creo que ninguno de nosotros lo ve así.
—¿¡¡¡Entonces!!!?
—¡¡¡Para nada…!!! ¿Eh…? ¿Por qué dije eso?
—Vale, vaaale… Je, je, je.
Ura aún colgada de mi cuello empieza a tararear una canción. Pasamos un largo rato así, era un momento tranquilo y agradable, cierro mis ojos escuchando el tarareo de Ura.
Una vez que se detuvo, abro los ojos.
—¿Ya recordaste todo?
—Sí…
Respondo mientras asiento.
—Así que solo estoy soñando…
—Nop. —Ura interrumpe con una sonrisa.
—Aún no puedo contarte todo; pero ahora estás conectado con Ari. Ella debió decirte lo que significa.
—Yo… no lo recuerdo claramente.
Tomo uno de los juguetes que estaban regados por la habitación y lo miro.
—¿Cómo sabes lo de Ari…?
Ella se queda en silencio y evita mirarme a los ojos.
Oculta algo sobre Ari.
Sin embargo, ella suspira y toma valor para responder mi pregunta.
¡¡¡DOOOOOMMMMMMM!!!
Una explosión sacude el edificio. Los gritos de la gente en pánico entran por la ventana. Ura se suelta y va hacia la ventana, apenas puede asomarse por lo pequeña que es.
—¿Recuerdas este día?
—Sí, esta jornada. El veinteavo hormiguero fue atacado por las fuerzas militares del comi-
—Te equivocas. —Me interrumpió abruptamente. Toma mi mano y me saca al pasillo del edificio, inmediatamente después se escuchan disparos que entran por la ventana—. ¡No quería que esto pasara, no quería dejarte sin nada de nuevo…!
—¿¡A que te refieres Urara!?
—Despertarás muy pronto. Debes apuntar a la cabeza… abrir su cráneo, y rematar al kiseijin en su interior.
—Entendido.
—No importa lo que veas en ese momento, por favor, no odies a Ari por esto…
Todo es tan rápido que apenas pude entender de lo que habla.
—Yoru… Por más cálido que sea. No dejes que la voluntad de Ari supere a la tuya…
¿A qué se refiere? ¿Qué tiene que ver Ari con esto? Son preguntas que no puedo hacer por la lluvia de información que Ura soltaba.
Más adelante puedo visualizar la salida al final del pasillo. Ella trata de llevarme allí corriendo.
Sujeta mi mano con fuerza y apretaba cada vez más fuerte.
—¿Tienes algo que ver con esto, Urara-chan?
Ella no responde. Al llegar a la puerta de salida, ella la abre; pero se queda parada sin dirigirme la mirada.
—Llegó la hora de despertar Yoru… fue divertido verte de nuevo, aunque sea tan poco…
Ella me empuja afuera del lugar. Su mirada triste se pierde en medio de una luz que nubla mi vista.
—¡Urara-chan…! ¡Prometo que volveré! ¡Esta vez no te dejaré ir…!
—Yoru…
—¡Me dejaste muchas dudas…! ¡No te librarás de esta…! ¡¡Volveré, pelo de nieve!!
—Eso espero… anciano, je, je.
La repentina sonrisa de Ura fue lo último que vi antes de que luz cubriese mi vista por completo, ocultando la puerta. Oigo la risa de Ura ser opacada por el silencio.
No estoy triste, puedo sentir que esta no sería la última vez que la vea…
.
.
..
….
……
……..
—Yoru… ¡Yoru…! ¡Despierta…! ¡¡¡El rescate no saldrá bien!!!
Los sonidos ahogados de los gritos de Kattie, y los disparos de armas de fuego, se hacen cada vez más claros.
—¡¡¡Aaaaaah!!!
Despierto súbitamente con una bocanada de aire.
Todo es un caos: el Worker maniobra de forma violenta por una sección del túnel y los sonidos de golpes secos en sus brazos indican que están lanzando golpes y cortes en varias direcciones.
Me levanto y voy junto a Kattie, el tercer limitador no parece haberse retirado.
—¡¿No despertar con este caos?! ¡En serio envidio tu sueño!
—¿¡Que está pasando!?
—¡Hay más de esas cosas! ¡Avanzaron demasiado…! ¡¡¡Estamos muy lejos de Reigo!!!
—¿Kyu…?
—¡¡Toma el rifle…!!
—¿¡Qué pasará con los heridos!?
—Ya no son prioridad… Las órdenes ahora son defender el acceso al hormiguero.
—¡¡¡No podemos abandonar al resto!!!
—¡¡¡Ya lo sé!!!
El Worker golpea con sus brazos a aquellas cosas amorfas.
La sierra salpica las paredes de sangre, y el otro brazo solo puede limitarse a golpear.
Nos movemos por una sección del túnel. Aplastan al resto en las orugas del Worker.
Detrás de nosotros hay barricadas improvisadas con los vehículos de carga, desde ellos los civiles armados nos cubren.
Posiblemente el mismo escenario se presenta en otros túneles.
—¡¡Debemos seguir con lo planeado!!
—¡No podemos dejar a los civiles encargarse solos!
—¡Vendrán más si no matamos al grande! ¡Kyu…!
Hay cada vez más de esas cosas. Son, prácticamente, oleadas de criaturas amorfas iguales a la otra.
Los disparos de los civiles de atrás son más erráticos, algunos impactan en el Worker.
—¡¡Kattie…!!
—¡¡Señorita Fen…!!
—¡¡¡Nosotros la cubriremos!!! —dijimos al unísono.
—Ustedes dos…
Kattie sujeta los controles firmemente mientras lucha contra esas oleadas.
No tengo ningún plan… Mi mente está en blanco…
La mentalidad de héroe no es la mía, solo deseo una vida tranquila con lo que tengo…
¿El destino siempre pide algo a cambio de la felicidad…? Es frustrante. Ni siquiera tengo a qué maldecir por esto…
Cierto… Ellas tampoco tienen a quien echar la culpa… no tenían en que apoyarse…
A mi mente vienen imágenes de aquella jornada en que nos conocimos, aquel lugar lleno de podredumbre y destrucción…
Tomo el limitador en mis manos, Kattie parece saber lo que iba a hacer. Asinte y continúa el combate.
Cierto… Solo nosotros podremos solucionar esto…
¡¡Solo nos tenemos a nosotros!!
—¡¡¡Solo nos tenemos a nosotros!!! ¡¡¡Kyu!!!
—¡¡¡Tercer limitador!!!
—¡¡¡Fueraaaaaa!!! —exclamamos al unísono.
Arranco el limitador de la parte baja del tablero.
El motor deja de sonar como si se hubiera apagado; sin embargo, el calor creciente que emana de este dice lo contrario.
Kattie arranca los controles del Worker del tablero, dejando cada pieza en cada mano.
Las orugas del Worker se ponen una sobre otra. De las orugas que están en contacto con el suelo salen unas ruedas dentadas que formaron una suerte de pie.
Las orugas que subieron, se posicionan como piernas. Los cortos brazos se extienden moviéndose con naturalidad.
Todo mientras Kattie hace batallar al Worker en una coreografía sobre un río de sangre.
Deteniendo todo en medio del vapor que sale de los cuerpos destrozados de aquellas criaturas.
—¡Kattie Fen!
—¡Yoru Esteller!
—¡¡¡Battle Worker liberado!!! —exclamo junto a ella.
Los gritos detrás de nosotros ahora están acompañados de una tormenta de balas.
—¡¡¡No paren de disparar!!! ¡¡¡Sigan disparando!!! ¡¡¡Liberaron al Battle!!!
—¡¡¡Acaben con ellos antes de que el Battle se agote!!!
Los gritos de alegría de los trabajadores y civiles se escuchan al mismo tiempo que las ráfagas continúas de proyectiles.
El dios de la guerra del hormiguero ha sido liberado.
¿Por qué tanta celebración al punto de levantar la moral de civiles inexpertos en combate?
Era sencillo, el Battle lleva al Worker más allá de sus límites; pero a cambio pone en riesgo la vida del piloto.
El Worker no está fabricado para el combate, y su motor no estaba diseñado para esto tampoco.
La reactorita en el motor es literalmente una bomba y el Worker un horno.
Intento levantar el rifle, pero por mis heridas es demasiado pesado. Uso todas mis fuerzas en el limitador, en lo que para mí es un esfuerzo titánico, logro levantar el rifle y posicionarlo en una grieta en la ventana frontal del Worker.
—¡Señorita Fen…!
—¡¡¡Decídete por un nombreeee!!!
Giramos en el Worker, cortando el techo. Y las paredes del túnel con la sierra a máxima capacidad.
Estoy sujetándome con fuerza de la silla del piloto.
—¡¡¡Nosotros nos encargamos desde aquí!!! ¡¡¡Derriben los túneles alegados a este…!!! —Grito con todas mis fuerzas desde la cabina.
—Es una idea estúpida, ¡¡¡¿por dónde evacuarán los heridos?!!!
—¡¡¡Encontraremos otra salida para ellos!!! ¡¡¡Estas cosas seguirán llegando si no acabamos con su origen!!! —aclaro a Kattie con toda la fuerza de mis cuerdas vocales mientras combato.
—¡¡¡No lo repetiremos otra vez!!! ¡Señorita Fen! ¡Hágalo…!
—¡¡¡Maldicióóón!!!
Kattie golpea con el brazo perforador del Worker a las grietas que hicimos.
El túnel delante nuestro se derrumba.
Aceleramos a toda velocidad antes de que quedáramos enterrados, no hay tiempo para girar el Worker.
Las luces que tenuemente iluminan los túneles pasan tan rápido que solo pueden verse como líneas de luz pasar por los lados del Worker.
La velocidad a la que vamos es suficiente para despedazar a esas criaturas que están en el túnel; sin embargo estos eran cada vez más.
—¡¡¡Agárrense bien Yoru y Ari!!!
Kattie gira el Worker.
La fuerza centrífuga es demasiado intensa, tanto como para empujarnos a las paredes de la cabina.
Con un brazo me abraza al asiento del piloto y con el otro sujeto el bolsillo dónde estaba Ari.
El Worker logra girar con éxito, siguiendo su camino por el túnel.
De inmediato notamos que Kattie tiene dificultades para manejar la máquina.
Las ruedas chocan contra las paredes mientras el Worker intenta abrirse paso por la creciente cantidad de enemigos, este no está hecho para esta clase de movimientos.
—¡¡¡Ioru!!!
—¿¡Sí!?
—¡¡¡Siéntate sobre mi!!!
Me quedo pasmado por un instante y luego digo—: ¿Perdona?
Normalmente estas situaciones son al revés en los libros que tiene la señorita Ryouko. Aunque mi estado actual no me permite eso…
¡¡¡Es un mal momento para ese tipo de esas circunstancias!!!
Aunque puedo tener una leve idea de lo que quiero.
—¡¡¡No puedo manejar ambos a esta velocidad!!! ¡¡¡Tú controla las piernas y yo los brazos!!!
—Entiendo…
—¡¡¡No me hagas repetirlooo!!!
Olvidé mencionar que los controles de dirección del Worker son con pedales direccionales cuando se encuentra en modo Battle.
Rápidamente me siento sobre las piernas de Kattie, ella las abre para tener estabilidad, procedo a posicionar mis piernas en los pedales direccionales, tomando control de la dirección del Worker y Kattie de operar los brazos.
—¡Apóyate con confianza en mí; pero no hagas nada raro!
—¡Es mal momento para eso!
Es un pésimo momento para pensar en instintos primitivos como ese.
Con completa seriedad me dispuse apoyar mi espalda en ella y…
Por dios… ¡¡¡es demasiado suave!!!
Los atributos de Kattie son un alivio para mi herida espalda. ¡Como unas suaves almohadas que dejan descansar mi destrozada espalda! Sin darme cuenta suelto un suspiro de alivio…
—L-lo siento.
—Enfermo…
—¿Kyu?
Este incómodo momento es cortado por un violento golpe en la ventana del Worker.
Esas cosas están arrojándose a propósito contra nosotros, los impactos están rajando la resistente ventana frontal.
—¡Señorita Fen! ¡¡El rifle!!
—¡¡Enseguida!!
Ella suelta los controles del Worker y me pasa el rifle. Lo cojo y apunto con él a esas cosas.
Kattie vuelve a tomar control de los brazos.
Los impactos de esas cosas rajan tanto la ventana frontal, que es difícil distinguir lo que hay afuera.
—¡¡¿Qué tan cerca estamos?!!
—Deberíamos esta…
Otra vez ese silencio abismal vuelve a invadir el lugar.
No podemos escuchar los impactos de esas cosas… ni las orugas del Worker.
Es una corazonada; pero esa cosa está cerca…
Disparo a la ventana para abrir una pequeña abertura, así podemos ver donde estamos.
—Yoru…
Ari me mira fijamente como si estuviera preparada para algo.
También puedo sentirlo, Ari puede ser una pieza crucial para salir de esta situación.
Saco el cañón del arma por la abertura de la ventana y la sostengo con todas mis fuerzas.
—Señorita Fen, cuando dispare el arma lance el mejor golpe que tenga con el brazo perforador.
Tranquilo… solo debo cegarlo… Esa cosa tiene ojos, ¿cierto?
Tranquilo… No hay tiempo para temblar… no hay tiempo para respirar.
Respiro profundo y me preparo para disparar.
Esa cosa aparece en una de sus intersecciones asomando primero su pata; pero esta es diferente.
No parece aquel brazo amorfo, ahora está recubierto con placas sobrepuestas una sobre la otra, como si fuesen tejas; pero ese no es el objetivo.
Esa cosa sigue avanzando con lentitud mientras nosotros nos acercamos a toda velocidad.
Al fin, asoma su cabeza.
Disparo toda la carga contenida en el rifle hacia su ojo.
—¡¡¡Kaoooooooooooooo!!! —Esa cosa lanza un grito ensordecedor, era obvio, ¡¡¡le habíamos dado!!!
—¡FEN!
—¡¡¡Aaaaaaaaaaaahhhhhh!!!
Aceleramos con toda la potencia.
Kattie prepara el golpe como si fuera a dárselo ella misma. Carga el sistema de perforación a presión del brazo y lo estrella en su ojo herido solo para que un segundo después disparase el golpe del perforador.
El sonido del cráneo fracturándose se escucha al mismo tiempo que el sonido de la ventana frontal del Worker quebrándose.
El perforador quedó atascado en la cuenca de aquella cosa. Acelero empujándolo en la pared, debemos aplastar su cráneo.
—¿¡Es la misma cosa…!? ¡Es diferente al que enfrenté con el señor Reigo!
—Está evolucionando en torno a su situación…
—¿¡Cómo lo sabes Yoru!?
—¡¡Es como si lo supiera de repente!!
Kattie me mira con desconfianza por un instante.
No la culpo, esa información había llegado a mi cabeza de repente, así que estaba tan confundido como ella.
Esa cosa lanza un golpe al costado derecho del Worker y lo envía contra la pared.
Acelero en sentido contrario lo más rápido que mis reflejos me permiten para minimizar el impacto.
Kattie por su parte clava la sierra encendida en el suelo para frenarnos con éxito. Así que el impacto contra el Worker fue mínimo.
Inmediatamente aceleramos contra esa cosa, el Worker lanza golpes contra su cabeza como si de una pelea callejera se tratara.
Eso logra sujetar el perforador con su brazo, retrocedo de inmediato. Lo que provoca que el brazo quedase extendido, por lo que Kattie aprovecha para cortarlo con la sierra excavadora a máxima capacidad.
—¡¡¡Lo tenemos!!! —exclamo emocionado.
Su brazo sujeta la sierra junto al otro, y los parte con facilidad.
De solo apretar el puño aplasta ambos como si se tratara de barro.
Retrocedemos rápido, la sierra fue reducida a nada. Solo un látigo amorfo que se mueve errático por su motor aún funciona.
No hay para el cálculo de daños, aceleramos nuevamente contra esta cosa.
Aterrizamos nuevamente un potente golpe en su cráneo con toda la potencia del brazo perforador y la aceleración del Worker. Esta vez logramos hacer una brecha en su cráneo, de la que empieza a salir una espesa flema transparente.
La cosa esa lanza otro golpe con el brazo que le queda directo a la desprotegida cabina, afortunadamente, es detenido por Kattie usando de escudo lo que queda del brazo de sierra.
Pero el golpe fue demasiado fuerte de todos modos…
—¡¡¡Aaaaaaaah!!! ¡¡¡Aaaaaaaaaaah!!! ¡¡¡Dueleeeee!!! ¡¡¡Dueleeeeee!!!
El impacto hizo que Ari saliese de mi bolsillo. Un inmenso dolor siguió después. Me habría clavado las uñas a la cara por el dolor; pero mi cuerpo dejó de moverse, tanto mis brazos como mis piernas colgaban de manera anormal del asiento mientras veía aquella cosa acercarse a nosotros como si el tiempo se hubiera ralentizado.
—¡¡¡Yoru!!! ¡¡¡Reacciona!!! ¡¡¡Yoru!!! —Kattie me agita para que despierte; ¡pero estoy despierto!
Mi cuerpo deja de responderme. Siento como el abdomen se me hincha cada vez más por la acumulación de sangre y posiblemente del contenido de mis intestinos y riñones.
Ari sube por mi pierna lo más rápido que puede y llega hasta mi pecho debajo de mi camiseta, empieza arrancar la piel de este como si su vida dependiera de ello.
Kattie empieza a golpearla para que dejara de hacerlo.
—¡¡¡Suéltalo monstruo!!! ¡¡¡Eras uno de ellos desde el inicio!!!
No obstante, ella no se suelta. Tampoco duele lo que hace, después de sentir el dolor y gritar mi cuerpo había quedado paralizado.
—¡¡¡M-malditas cosas!!! ¡¡¡Muere de una vez!!!
Kattie en medio de sollozos toma el mando total del Worker y se dispone a dar un golpe definitivo levantando el control del brazo perforador para cargar el golpe.
Esa cosa ruge al mismo tiempo como si fuera un grito de guerra empapándonos de saliva.
Como si su grito hubiera intimidado a Kattie, el brazo del Worker baja a su posición normal casi de inmediato.
—¿Qué paso? ¿Por qué dejó de funcionar?
El motor sigue en funcionamiento.
Kattie con su desconcierto mira hacia su brazo aún levantado, solo para darse cuenta que este es una flema sanguinolenta que se escurre por su ropa.
—¿¡Eh!? ¡¡¡Kyaaaaaaaaaaaaah!!! ¡¡¡Mi brazo!!! ¡¡¡Mi brazoooooooo!!!
Kattie entró en pánico, su brazo se disuelve frente a ella.
Su desesperación solo aumenta al ver mi rostro desfigurado por la misma saliva.
¡¡Muévete!! ¡Todo acabará si no te mueves! Por favor…
¡¡¡Muévete!!!
Me suplico a mí mismo; pero mi cuerpo no responde.
Maldije mi inutilidad.
Mientras todo eso sucede, esa cosa lanza un potente golpe hacia nosotros. Todo va tan lento que solo podemos ver nuestro final acercarse.
—¡Yoru, perdón por la tardanza! ¡Kyu! ¿Estás listo? ¡Si no fuera porque Ari se separó por esa sacudida estaríamos listos desde hace mucho!
—¿Ura? —Eso que escuché era la voz de Ura en mi cabeza.
—Recordarás todo más tarde; pero si queremos derrotar a esa cosa, debes seguir nuestro ritmo. ¡Ari no está totalmente madura, así que debes sujetar a Ari en todo momento, si la sueltas todo habrá acabado! ¿Entendido?
—Oka-san… ¡Ari puede sola! ¿Estamos listos, verdad, Yoru?
No sé qué pasará; pero no hay tiempo para pensar en este momento.
—¡¡Hagámoslo Ura, Ari!!
Mi pecho empieza arder y siento como si un montón de agujas perforasen mi cuerpo.
El frío y el calor, la luz y la sombra. Me siento como un niño despertando a un emocionante día…
¡Todo luce tan diferente!
El golpe de esa cosa está a pocos metros de impactar con el Worker; pero este reacciona de inmediato con un esquive al golpe de un giro sobre las orugas. Aprovecha el impulso para clavar la punta del perforador en su brazo con un potente golpe, eso deja su brazo clavado en el suelo, girando de nuevo y violentamente para desprender el mismo brazo a la fuerza.
El motor del perforador explota como resultado del ataque y llena el túnel de polvo y humo.
Salimos de la nube de polvo y humo a toda velocidad con un golpe en lo que quedaba del brazo de sierra directo a su cabeza.
—¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaah!!!
Esa cosa intenta rugir de nuevo, posiblemente para atacarnos con más saliva.
El Worker retrocede solo para preparar otro golpe. Aceleran hacia delante de nuevo, disparan el golpe con el brazo restante. Este impacta al interior de su boca, con eso evitamos que rugiera de nuevo.
Sin perder ni un segundo, saltamos de la cabina con un barreno, clavándolo inmediatamente en la grieta que hizo Kattie en su cabeza. Lo empujamos con toda nuestra fuerza.
—¡¡¡Muere kiseijin!!!
Usamos toda la fuerza muscular que tenemos. Hicimos una palanca en el cráneo de esta cosa.
La tapa de su cráneo sale volando y cae con todo su peso al suelo.
—Imposible… estabas prácticamente muerto hace segundos… ¡¡¡¿Qué rayos eres?!!! —responde Kattie, claramente perturbada. La miramos desconcertados mientras el humo se disipa a nuestro alrededor…
Placas oscuras en los brazos, ojos completamente negros, dos esferas brillantes que coronaban una capucha que parece ser parte de la piel y en esta están grabados los diseños que Ari luce en su piel.
—Nosotros…
Nuestra respuesta es interrumpida por un, entre comillas, látigo que sale disparado hacia nosotros desde el interior del recién abierto cráneo de esa cosa.
Me siento cortado con un aguijón que nacía de nuestro antebrazo.
Tomamos el barreno con ambas manos, lo levantamos en alto, y lanzamos un potente golpe.
—¡¡¡Joven Yoru, soy yo!!!
Reconozco la voz de inmediato, y freno el potente golpe en seco. La fuerza requerida para hacerlo desgarra varios músculos de mis brazos y mi espalda.
—Imposible… se-señor Reigo, ¿es usted?
El señor Reigo emerge de la flema ubicada en el cráneo de esa cosa.
—Mírate, Yoru… Ambos terminamos convertidos en estas cosas… Je, je, por poco me matas…
—Imposible… Usted me rescató enfrentándose a esa cosa…
—No podía revelar este secreto. En el hormiguero podrían reaccionar de maneras inesperadas si se los contara de la nada…
—¡Está mintiendo! ¡Kyu!
—Lance e Iván muriendo… podría haberlos salvado. Las circunstancias así lo quisieron, no podía exponerme así de la nada, tú lo sabes muy bien… ¿verdad, Yoru?
—¿A qué se refiere? ¡Kattie está gravemente herida porque nos atacó!
Reigo extiende su mano hacia mí.
—No puedo controlar esta habilidad a la primera, es muy difícil, seguramente la Wamu te lo dijo antes de bueno…ya sabes.
Aparto su mano con un golpe, y apunto con el aguijón a su frente mientras lo miraba con ira y lágrimas en los ojos.
«¡Yoru, este sujeto no es ese señor! ¡Kyu!», Ari me habló desde mis pensamientos.
—Joven Yoru… en serio, soy yo…
—¡¡¡Cállate!!! ¡¡¡El señor Reigo nunca dañaría a nadie sin importar lo ebrio que estuviera!!! Nunca lo consideraría… porque para él… los de la mina… ¡¡¡somos su única familia!!!!
Reigo hace una expresión bastante triste, y en medio de lágrimas responde—: Claro que lo son, son lo que más quiero en este mundo… Pero estoy seguro que con este asombroso poder podremos protegerlos a todos en el hormiguero, juntos…
—Señor Reigo…
Contraje el aguijón y me dispuse a acercarme a él. Mi corazón está lleno de dudas, él es mi figura paterna, no puedo hacerme la idea de que él fuera el enemigo, por más de que la respuesta es más que clara.
Con los brazos extendidos y una triste sonrisa me acerco a él para…
Una neblina roja que sale disparada hacia arriba remplaza la cara del señor Reigo, mientras mi pierna se extiende hacia la misma dirección. Había lanzado una potente patada que destrozó su rostro y abierto su cráneo.
—¿Cómo lo supiste? ¿Kyu?
—No le conté a nadie sobre que eres una Wamu… él solo vivía por los Workers… nunca le interesaron cosas como un asombroso poder…
Meto mi mano al interior del cráneo del señor Reigo y jalo con fuerza. Saco un gusano envuelto en baba y nervios que se retuerce entre mis dedos.
—Aquel que conocías como señor Reigo murió el instante que escapamos, Kyu…
—¿Así que esto es lo que hacen esos kiseijin….?
—Sí, kyu… Antes de matar a su víctima toma toda la información de su cerebro que pudiera servirle para pasar de inadvertido y garantizar su apareamiento, kyu….. Eso decía mamá. Kyu…
—Este paría a otras más pequeñas, ¿por qué le serviría infectar a alguien del género opuesto?
—Tal vez logró ver algo en sus recuerdos que le ayudó a encontrarme… Lo siento… si no fuera por mí. Kyu…
Aprieto ese kiseijin con fuerza hasta hacerlo estallar entre mis dedos…
Se parece mucho a Ari…
—No es tu culpa…
—Perdiste a alguien que era como tu papá por mí… ¡¿No estás triste!? ¡¿Kyu?!
—Volvamos a casa…
Antes de bajar de esa cosa noto que solo estaba la mitad del cuerpo del señor Reigo, su columna parece estar unida a aquellos nervios. Esos kiseijin son unos monstruos.
Bajamos el cadáver de esa cosa y entramos en el Worker.
Kattie se encuentra desmayada en un charco de sangre por la pérdida de parte de su brazo, y tiene pequeñas heridas abiertas donde le llegó la saliva de esa cosa.
—Es mi turno de encargarme. Kyu.
—Sí…
Pierdo el control de mi cuerpo por ese instante; pero puedo sentir como Ari lo maniobraba.
Puedo sentir el movimiento de cada músculo de mi cuerpo, este se acerca lentamente al cuerpo de Kattie, exactamente a su brazo.
Empieza a lamer la parte cortada, la que sangraba mucho, lame con su saliva sobre la herida como si un niño pequeño comiera helado. La imagen era bastante extraña; pero en este momento me da igual.
La saliva cicatriza la herida al instante, y deja un muñón. ¡¿Este une la piel cerrando la herida?! Es una habilidad bastante conveniente, tal vez sigo vivo por eso.
Es evidente que Kattie no puede recuperar su brazo, entre más lo pienso, más remordimiento y culpa venían a mí; pero no lo suficiente como para enloquecerme, de seguro Ari tiene que ver con esto…
—El señor Reigo está muerto… ¿Por qué no me duele tanto?
—Me encargué de sedarte un poco. Kyu… De lo contrario habríamos muerto si te distraías por el shock. Kyu.
—Entiendo…
Ari se mueve hacia la cara de Kattie y empieza a lamer las heridas que tiene ahí.
Me sonrojo un poco por esa acción, estoy demasiado adormecido y por qué no decirlo, triste, como para reaccionar con vergüenza.
—¿Qué se siente? ¿Kyu?
—¿El qué?
—Estar fusionado conmigo. Kyu… Oka-san… está muy feliz
—No lo sé. No podría responderte ahora… Pero sin duda vencimos gracias a ello. Gracias por ayudarme.
Ari se queda en silencio.
—Mn… ¿Ah? ¿Yoru? ¿Qué haces tan… cerca?
Kattie recupera la conciencia. Al parecer no está al tanto de lo sucedido.
Al verme prácticamente sobre ella y con esa extraña apariencia se sonroja al instante.
—¿¡Eh!? ¡¡¡¿Eeeeeeeeh?!!!
Se desmaya enseguida.
Después de un largo rato lamiendo sus heridas, retomo el control de mi cuerpo.
Ari y yo seguíamos en aquel extraño estado de fusión.
Hice un colchón improvisado detrás del asiento con ropas y telas que teníamos disponibles, luego tomé a Kattie, y la acosté cuidadosamente ahí.
Temía que aquella saliva corrosiva hubiera entrado a su sangre por la herida; pero Ari me había dicho mientras curábamos a Kattie que nuestra saliva neutralizará la otra.
Después de asegurar a Kattie, me siento en la silla del piloto del Worker.
Al retirar los tres limitadores, las palancas direccionales de las orugas pasaban a operar los brazos, mientras que para dirigir, las orugas convertidas en piernas habilitaban unos pedales en el piso.
Así que tendríamos que volver, entre comillas, a pie.
Paso a paso, podríamos ir a gran velocidad como lo hicimos en la batalla, pero eso lo hicimos en el calor de la batalla.
Estamos demasiado cansados para mantener el equilibrio a esa velocidad, tomará más tiempo; pero el Worker volvería caminando lo más rápido posible.
No lo sabíamos; pero ya habían pasado una hora con cuarenta minutos desde el inicio del rescate, en veinte minutos cerrarían la puerta del hangar sin importar los que se quedaran fuera.
El Worker aún se encuentra encendido; pero el cansado motor ya está al límite.
Con los pedales avanzamos paso a paso. Giramos las orugas de vez en cuando, así que el Worker fue casi patinando para lograr llegar a tiempo.
—¡¡¡Waaaaaagh!!!
Vomitamos apenas relajamos el cuerpo en el asiento, aún así, seguimos avanzando debido a que Ari toma el control de las piernas a tiempo.
—¿¡Qué está pasando!?
—La unión no durará mucho tiempo estable, tu cuerpo está reaccionando a los fluidos retenidos en tu abdomen.
—¿Urara-chan? —Había escuchado nuevamente la voz de Ura en mi cabeza.
—La unión se desvanecerá gradualmente, pero no recuperarás las partes que perdiste antes.
Sonrío un poco al escuchar su voz, ella solía animarme cuando la pasaba mal.
—¿Siempre yendo al grano, Urara-chan…? Así que perderé el ojo…
—Ari solo puede cerrar heridas, aún no madura lo suficiente como para reemplazar órganos.
—Entiendo…
—Una cosa más… Cuando la unión se acabe por completo, sentirás lo que no pudiste sentir durante el combate. Todo vendrá de golpe y no podrás escapar del dolor y querrás morir… Yo, yo lo siento por meterte en esto… Yoru.
Su voz acelerada está llena de culpa y a punto de romperse en llanto.
—Tengo miedo; pero no puedo darme el lujo de deprimirme. Aún tengo personas a las que proteger… Pero, igualmente me alegro verte de nuevo, Urara-chan.
Avanzamos por los túneles a velocidad media, debemos rodear por una ruta más larga ya que derribamos los túneles por dónde venimos.
En el suelo se encuentran los cadáveres de aquellas cosas. ¿Por qué no nos atacaron durante el combate contra el kiseijin principal? Es más, ni siquiera vimos uno durante el combate.
—Como matamos a la, entre comillas, madre perdieron a quien daba las órdenes —responde Ura a mi pregunta, al parecer puede escuchar lo que pienso.
—Entonces se desorientaron y fueron blanco fácil…
—Exacto.
Logramos encontrar una ruta que debería llevarnos de vuelta al hormiguero.
Lo que vimos no se me olvidará nunca.
Workers inmolados junto a cargas de dinamita. Por su apariencia, ellos también quitaron los tres limitadores, alrededor de estos, hay montones de cadáveres de esas cosas.
Posiblemente usaron este recurso antes de que se desorientaran.
Seguimos avanzando por los túneles llenos de cuerpos de esas cosas, restos de Workers y camaradas caídos. Habían barricadas, una detrás de otra.
Al parecer hicieron caso de nuestra sugerencia.
No puedo dejar de pensar que todo esto fue mi culpa, no quiero pensar en las consecuencias que encontraría allá… Ari debe sentirse mucho peor.
—Se parecían un poco.
—¿Kyu?
—No es nada…
Visualizamos la puerta del hangar, está cerrada.
Los cadáveres de ambos bandos llegaron hasta aquí, dando a entender que habíamos matado a la madre a tiempo.
El Worker empieza a temblar, ya estaba en las últimas.
Nos acercamos a la puerta y trato de prender la radio, esta no funciona, así que conecto la linterna de Yuki a esta. Se enciende con éxito.
—[Nombre y cargo].
Responde la voz de Liese bastante seria.
—Yoru Esteller y Kattie Fen… eliminamos la amenaza… ¡Necesitamos atención médica urgente para Fen!
—[¿Yoru…? ¿Eres tú…? No les digas sobre].
—¿Liese? ¿¡Qué pasa, Liese!?
La puerta se abre, y de ella sale una intensa luz que nos ciega.
—[¡¡¡Ingrese conduciendo con los pedales y mantengan las manos a la vista!!! ¡¡¡Todo movimiento irregular será respondido con disparos!!!].
Suena la voz del jefe en lo megáfonos. Ingreso haciendo caso de las órdenes, no puedo ocultar mi extraña apariencia, así que no tengo otra opción.
—Derrotamos con éxito a la amenaza, la señorita Fen resultó gravemente herida durante el comb-
— [¡¡¡Limítate a obedecer las órdenes!!! ¡¡¿La chica presenta sarpullidos o vómitos?!!].
—¡¡¡No, señor!!!
—[¡¡Bajen del Worker con las manos en alto!!].
—Imposible, ¡la señorita Fen está inconsciente!
—[¡¡Sácala cargándola!!].
No tengo otra opción que seguir con sus demandas; pero, ¿por qué nos tratan como si de criminales se tratara?
Cargo a Kattie y salgo lentamente del Worker.
—[Esteller… ¿por qué carajo luces así?]…
—[¡¡¡Disparen los sedantes!!! ¡¡¡Este parece responder a nuestro lenguaje!!!]
—¿Eh?
Eso es lo último que escucho antes de caer al suelo. Suelto a Kattie y ella rueda violentamente.
Personas con todo el cuerpo cubierto se acercan a nosotros.
—Esperen…
Pierdo la conciencia…
(Próximo capítulo: víctimas y heridas de combate)