Una Brujita Tercermundista - 00 Prólogo
La mejor parte de ir a una escuela es, por supuesto, salir de ella.
Qué fastidio las clases la neta. Afortunadamente, no es todo el día. Pinche Conalep.
Me despido del Lalo y la Roxana, siempre hablando de nuestras “cosas de ñoños” como ella dice. ¿Qué va a saber ella? Le hemos invitado no sé cuántas veces a las convenciones de anime, a la frikiplaza, al cine a ver las películas de Marvel. Sabrá diosito cuánto nos ha costado meterla a nuestro mundillo. De lo que se pierde la “Majin Boo”
Quedo con el Lalo para ponernos de acuerdo para cuando sea la siguiente convención TNT por cierto. También le comentó que invité a mi tío y él aceptó, con eso de que él, a diferencia de la Roxana, parece estar más interesado.
―Dile a tu tío que “Una vez que entras, no puedes volver a salir” ―me sentencia el Lalo, emulando a Hall de Malcolm in the Middle, pero no sé si la frase es así como la dijo.
Al final nos despedimos, y ahora sí, comienzo mi andar. Cinco kilómetros me separan hasta mi casa. Qué hueva. Y a veces, por eso mismo, suelo tomar un mototaxi, pero solo cuando tengo dinero de sobra. Y hoy no es el caso. Hoy toca hacer pierna.
Solo hasta que voy llegando a mi casa es que me cae el veinte.
―Ah, cierto, ella está aquí.
Me pongo a pensar en ello, y, por más que le doy vueltas, aún sigo sin poder creerlo. Aún sigo creyendo que me quedé dormido en clases y aun no despierto o algo así.
La lógica me dice que cuando entre a mi casa, ella no estará ahí.
Abro la puerta y la lógica se va a la mierda.
Ahí, sentadas en la mesa del comedor, están mi mamá y ella, dándome la bienvenida e invitándome a cenar. Aparentemente a mi mamá le dio flojera cocinar y mejor pidió comida de fuera.
A mi mamá la acompaña una chica de mi edad, cabello color gris oscuro, de esbelta figura y piel blanca y tersa. Hasta parece muñeca de porcelana la condenada, creo que en cualquier momento se va a romper.
A diferencia del “cosplay” que usaba antes, ahora tiene una playera blanca con el logo del PRI estampado en ella, y supongo que, mi mamá le prestó una de mis sudaderas. Y justo tenía que ser la de Bob Esponja. Luce también unos jeans que son de ella. Le quedan bien, pero al mismo tiempo, me causa un poco de incomodidad porque eso significa que mi madre y ella tienen la misma talla.
Esta chica es una bruja.
Sé qué están pensando, que quizá estoy hablando metafóricamente. Que aquella chica me cae gorda y por eso la llamo bruja. Pero no es así, es realmente una bruja. Pero no es la típica bruja gorda, anciana y llena de verrugas de los dibujos animados.
Se trata de nada más ni nada menos que de Larissa, la protagonista de “Maho Shiro”. Si, de ese anime que actualmente está en emisión en Japón y que, como todo mundo, al menos aquí, me veo en páginas pirata.
Es la verdad ¿no? Si estás libre de culpa, tírame la primera pedrada.
Aclaro, esa “bruja” no es ninguna cosplayer ni nada de eso. Es el verdadero personaje de aquel anime. Y está ahí sentada en el comedor de mi casa comiendo unos tacos de carnitas que le invitó mi madre. Al parecer sí le gustaron.
Sé que es una mamada esto pero, es lo que es. Y por más que lo intente todavía no puedo procesar esta imagen.
Ha sido un día complicado, pero, también fue el inicio de una semana de lo más interesante, divertida… y difícil.
Daeali
lol ¿Y del Conalep de que parte de la República estamos hablando?