YUME - Capítulo 0
Dioses.
Entidades divinas comúnmente categorizadas entre malignos y benignos, a los cuales se les rendían culto y respeto en diversas civilizaciones diferentes a lo largo del mundo durante toda la historia humana.
Creadores de toda la vida, cuya historia se extendía a lo largo y ancho del planeta. Eran existencias inalcanzables que representaban la perfección absoluta y dominaban cada plano material, terrenal y espiritual imaginable.
Existiendo desde incluso antes que la humanidad misma, estos seres superiores se dedicaban en ocasiones a guiarla para alcanzar un paraíso, en otras a destruirla y reducirla a cenizas. Lo cierto era que todos y cada uno de los seres divinos aportaban de forma diferente a la concepción, creación y mantención de todo lo que se conoce.
Miles de dioses habían existido a lo largo de los tiempos, con el imperecedero pasar de los siglos y generaciones las leyendas de algunos poco a poco fueron borradas de la conciencia de las personas, tanto por considerarse poco relevantes como por motivos de pérdidas históricas de documentación fiable que hicieron que sus registros no fueran tomados en cuenta para la actualidad.
Desde el ciclo de la vida y la muerte creado por la pareja de dioses Izanagi e Izanami, hasta la hermosa y eterna diosa del sol, Amaterasu, y su infame e incontrolable hermano Susano’o, muchos dioses seguían en la conciencia colectiva de la humanidad, en cada cultura teniendo nombres e historias diferentes pero existiendo como un solo ser divino.
A pesar de todo, existían divinidades menos conocidas, aquellas conocidas como menores o en todo caso, semidioses, tales como el Tengu, o también distinguido como el perro celestial japonés o Unmei no Megami, la llamada Diosa del Destino.
Entre esas existencias semi-divinas también destacaba el Yume No Kami, llamado coloquialmente como Dios de los Sueños. Era un dios menor y casi desconocido para la población.
Su historia de origen era sencilla e inexacta, remontándose hasta el periodo Edo Japonés, donde existían registros de un espectro o Yokai quien visitaba a la gente para cumplir sus sueños sin muchos más detalle proporcionados por lo fugaz de sus apariciones registradas.
Por su trasfondo sencillo y poco reconocimiento cultural, al igual que otras divinidades con inconsistencias históricas poco a poco fue borrada de la memoria de la gente.
Solo pequeños grupos de personas y estudiosos recordaban su simplista historia con fines de preservación cultural…
Pocos conocían que a pesar de que su recuerdo se hubiera borrado, su existencia jamás había desaparecido, e incluso al sol de hoy cumplía los sueños de las personas en la pequeña ciudad japonesa Yume. Porque no importaba cuanta gente creyeran en él ni su reconocimiento nacional…
El Yume No Kami solo tenía un motivo para existir…
Y ese era cumplir deseos.
